Según informa la publicación norteamericana The Hill, los trabajadores de la multinacional de la electrónica Apple, famosa por productos como los ordenadores Mac (y su correspondiente sistema operativo macOS), los teléfonos iPhone, o la tienda de música iTunes (y su correspondiente software), se están organizando en una plataforma para denunciar abusos y exigir un mejor entorno de trabajo.
El manifiesto de los trabajadores de la compañía de la manzana comienza denunciando el trato discriminatorio sufrido por minorías raciales (como negros e indígenas americanos), de género, y otros grupos históricamente marginalizados. También denuncia la cultura del secretismo y la opacidad, y la falta de escrutinio público durante mucho tiempo.
A partir de aquí, los integrantes de este grupo de trabajadores de Apple explican que han intentado proceder a través de los canales estándares de la empresa para solucionar este problema eliminando las prácticas discriminatorias, pero que nada ha cambiado. Y recurren a un histórico lema de la firma: “It’s time to Think Different” (es el momento de pensar diferente), en alusión al Think Different que la marca popularizó en sus campañas comerciales entre finales de los noventa y principios de los dos mil.
Los organizadores de la plataforma de protesta buscan ahora que otros trabajadores de la multinacional les cuenten sus historias para poder exponer públicamente lo que pasa en la compañía. Para ello, apelan a todas las ramas de la empresa, desde la producción hasta el AppleCare (soporte técnico) pasando por las ventas, y tanto si son asalariados como trabajadores a tiempo parcial o temporales, e incluso ex-empleados.
Para facilitar el contacto, han abierto una dirección de correo en ProtonMail, un servicio de correo electrónico basado en Suiza que prima la seguridad de las comunicaciones, con encriptación de extremo a extremo y anonimato garantizado.
Para dar a conocer sus actividades han creado una cuenta de Twitter y un hashtag, #AppleToo (en clara referencia al reivindicativo Me Too).
No es la primera vez que alguna de las grandes corporaciones del sector tecnológico se ve salpicada por un escándalo de discriminación, y solamente hace falta recordar el caso de Google con su comité ético para la inteligencia artificial, del cual hablamos aquí. Curiosamente, es el mismo caso que relaciona The Hill en su artículo.