En la dark web, la parte de la red que queda muchas veces al margen de la ley y en la que se realizan oscuros negocios, también se venden drogas. Y, dónde se venden drogas, es lógico que la policía realice investigaciones. Y es así cómo se llegó a la detención de Jose Robert Porras III tanto por tráfico de estupefacientes, como por posesión ilegal de armas de fuego y, después, se lo sentenció a cinco años y diez meses en una prisión federal que actualmente se encuentra cumpliendo.
Fantástico, un delincuente menos en la calle pero ¿eso qué nos importa aquí? Pués poco para el tema que trata esta publicación, que es la tecnología, sus usos y consecuencias, si no fuera por un detalle: la detención de Porras y, por lo tanto, su posterior juicio y condena, fueron posibles gracias a la identificación de sus huellas dactilares por una fotografía que él mismo había colgado en Internet.
Concretamente, fue en el servicio Imgur, en el que mostraba, con sus manos, y en imágenes de alta resolución, diversos tipos de marihuana para que sus clientes pudieran comprobar la calidad de su mercancía.
El problema para Porras, y la oportunidad que se abrió para la unidad policial que lo investigaba, es que en una de las imágenes se podían apreciar perfectamente sus huellas dactilares, así que... ¿por qué no probar a hacer un reconocimiento? Así que el agente responsable envió la imagen al HSI Forensic Document Laboratory para su estudio y comparación, y resultó que correspondían a un Porras que ya había sido detenido por otro delito.
Tras haber unido diversos cables, los agentes que investigaban el caso de Porras tenían distintos alias que el inculpado había estado utilizando en diversos marketplaces de la dark web, un historial digital perfectamente detallado que habían podido trazar gracias a que el servicio de blanqueo que el traficante utilizaba, también había sido intervenido por las autoridades federales norteamericanas, y que ahora podían relacionar con una persona física gracias al error cometido por Porras de incluir sus huellas digitales en una imagen de alta resolución.
Toda la historia completa, con todos los detalles, puede ser leída en este artículo de Darknetlive, un blog sobre casos acaecidos en la dark web. Una especie de periodismo amarillo de cariz tecnológico, pero sin el morbo de la tradicional prensa amarilla, si no bien redactado y poniendo el énfasis en lo que se puede llegar a conseguir gracias a la tecnología, a la par de explicarnos lo que se puede llegar a dar en la parte más oscura de la red.