Medio mundo está confinado, y da la sensación que el otro medio está vigilando que la primera mitad cumpla con dicho confinamiento. Y para realizar esta tarea de control, se ha recurrido en muchos casos a la tecnología, como por ejemplo utilizando drones.
Nos estamos acostumbrando a ver aeronaves no tripuladas de pequeño tamaño volando cerca de nosotros y, en especial, durante esta crisis, dirigidas por las autoridades policiales (y, en algunos lugares como Italia, por las militares). Pero, curiosamente, no hemos visto una gran proliferación de robots que circulan a pie de calle, mediante ruedas u orugas. Excepto en Túnez.
Según informa Arab News, el país norteafricano incrementa la protección de sus agentes de policía facilitando su distanciamiento social de las personas al desplegar robots a pie de calle para reforzar la cobertura del confinamiento ciudadano.
Estos robots son del modelo PGuard, diseñados y producidos localmente en Túnez por la empresa Enova Robotics, que los vende al ministerio del interior tunecino.
El PGuard está equipado con varias cámaras de infrarrojos, una cámara térmica (por lo que incluso puede desarrollar la función de identificación de posibles infectados para su posterior análisis), un sistema de alarma con sonido y luces, un receptor de GPS y un sistema de telemetría láser para ubicarse.
También posee capacidades de audio y vídeo remoto en streaming, con audio de doble vía. Ello facilita que, desde la comisaría o central desde la que controlan el PGuard, puedan interactuar con quién esté delante del robot.
De hecho, la misma Arab News recogía en Twitter (en un tuit que está incrustado en el artículo que ha publicado sobre el tema) un vídeo en el cual una unidad de PGuard le corta el paso a una persona cuando esta sale de su casa.
Desde el robot se escucha una voz que le pregunta si está al caso de que hay confinamiento, y él responde que solamente va a por tabaco. Entonces, desde el centro de control, y a través del canal de audio, se le indica al ciudadano que ha roto su confinamiento que se apresure y que, una vez acabada su compra, vuelva en seguida a su hogar.
Túnez es un ejemplo no solamente en el uso de la tecnología sino, además, de apostar por la que se desarrolla localmente.