Es como las rebajas, pero sin representar un beneficio para el consumidor/usuario: Twitter, una red social (y que, por lo tanto, en teoría le interesa que el máximo de personas vean el máximo de contenido) limita los tuits que cada usuario no verificado puede ver diariamente a 1.000.
Hasta ahora, y para limitar la acción de bots entre otros potenciales peligros, Twitter ha venido limitando el número de tweets que se pueden publicar al día (a 2.400), los mensajes directos que se pueden enviar (500), o la cantidad de otros perfiles a los que podemos seguir (500).
El anuncio, como tantos otros relacionados con la red social del pájaro azul desde su adquisición por parte de Elon Musk, lo realizó el propio multimillonario a través de su cuenta de Twitter, aduciendo como explicación para la limitación, unas inconcretadas prácticas por parte de terceros de recopilación de datos y manipulación del sistema.
Además de no concretar la amenaza o abuso al que Twitter se ve sometido, Musk puso los siguientes límites: para cuentas verificadas, 6.000 tuits diarios; para cuentas no verificadas, 600 diarios; y, finalmente, para nuevas cuentas no verificadas, 300 tuits diarios. Posteriormente, y en el mismo día (sábado 1 de julio), seguramente para tratar de apaciguar las críticas, Musk incrementaba estos límites; en primer lugar, a 8.000, 800 y 400 respectivamente, para cerrar en 10.000, 1.000, y 500.
El movimiento de Musk podría responder a cortar el uso que compañías dedicadas a la inteligencia artificial puedan hacer de Twitter para entrenar sus modelos de lenguaje, pero también puede haber otra explicación, esta alimentada por la vox populi: Musk se ha negado a abonar facturas de proveedores externos de almacenamiento y servicios en la nube, como Google Cloud o Amazon Web Services (AWS), con quien la compañía mantiene deudas que Musk heredó al adquirir Twitter.
Limitar los contenidos que los usuarios pueden ver podría, pues, responder a la necesidad de rebajar costes operativos, algo que el multimillonario ha estado intentando hacer desde que tomara las riendas de la empresa.
Finalmente, tampoco puede descartarse que se trate de una medida enfocada, esencialmente, a promocionar las cuentas verificadas (blue check), las cuales tienen un límite de lecturas muy superior.
Las críticas por parte de los usuarios de Twitter también se desataron casi instantáneamente.