Tal y como cualquiera puede ver en los noticiarios o leer en los periódicos, los drones aéreos (o, técnicamente, vehículos aéreos no tripulados) se han convertido en la principal ‘estrella’ de la Guerra de Ucrania y, como tecnología de última hornada, no dejan de evolucionar.
Para garantizar su autosuficiencia en la materia, el gobierno ucraniano ha anunciado una nueva iniciativa con la que busca agilizar y promover la innovación en el desarrollo de drones, aunque también de otras tecnologías que están siendo fundamentales en la guerra contra Rusia.
Bajo el estandarte de esta iniciativa, denominada BRAVE1, el gobierno ucraniano quiere reunir tanto a los actores estatales y militares, como al sector privado, para que trabajen conjuntamente en temas de defensa en un clúster tecnológico que otorgaría a Ucrania una ventaja en el campo de batalla.
El gobierno del país cuenta con un presupuesto que supera los 100 millones de hryvnias (aproximadamente, unos 2,5 millones de euros) para financiar proyectos que tengan el potencial de ayudar a Ucrania a ganar el conflicto armado con Rusia, que ya supera el año de duración (si no tenemos en cuenta la ocupación de Crimea y la guerra híbrida posterior).
Pero BRAVE1 también persigue otra meta, esta más a largo plazo: lograr la independencia de este país en materia de tecnología militar, es decir, que no dependa exclusivamente de terceras partes, aunque, obviamente, ello no implica una total y absoluta autarquía, ya que el país es incapaz de producir por él mismo, todo el material que necesita para sostener el esfuerzo bélico.
Con unas elecciones estadounidenses previstas para el año que viene y que podría dar como ganador a un Partido Republicano más aislacionista y, por lo tanto, menos proclive a involucrarse en el conflicto ucraniano, el país necesita elementos que le permitan ganar la guerra lo más rápidamente posible, y la superioridad tecnológica sobre el enemigo ruso puede ser claramente uno de estos elementos.
En este sentido, dicha iniciativa funcionará como un espacio en el que las fuerzas armadas ucranianas puedan comunicar sus necesidades en materia tecnológica para que estas sean recogidas por las empresas privadas, que se encargarán de traducir estas necesidades en nuevos productos listos para su uso.
En la presentación de BRAVE1 se mostraron algunas de las tecnologías que Ucrania ya ha desarrollado hasta el momento y que está utilizando en el campo de batalla, como drones terrestres, aéreos, o sistemas robóticos para la identificación de minas terrestres.
