Desgraciadamente, la guerra es una de las actividades más antiguas todavía practicada por el ser humano. Y pese a que el espíritu sigue siendo más o menos el mismo (habitualmente, un bando quiere apoderarse de territorio, y el otro se defiende), las técnicas y las tecnologías empleadas en los conflictos han evolucionado mucho y, en no pocos casos, han hecho evolucionar también otras disciplinas creadas por la misma humanidad.
En un conflicto como el de la invasión rusa de Ucrania, ya hemos visto el uso de tecnologías civiles en acciones militares, como es el caso de drones para obtención de información y adquisición de objetivos sobre el terreno, tractores de granja para retirar vehículos averiados del campo de batalla, o coches civiles para el desplazamiento de tropas y, ahora, la misma guerra nos trae otro ejemplo, esta vez relacionado con el mundo de las videoconsolas.
La Steam Deck es una consola portátil que lleva el sello de Valve, basada en un microprocesador AMD adaptado a las necesidades de esta consola, pero que no deja de ser de arquitectura x86-64, y que va acompañado de 16 GB de memoria RAM y entre 64 y 512 GB de almacenamiento. Su sistema operativo es una distribución de GNU/Linux llamada SteamOS que, en su última iteración, está basada en Arch con un entorno de escritorio KDE.
Esta consola es el mando a distancia que unos técnicos ucranianos, posiblemente de Lviv, para controlar a distancia una ametralladora montada en una estructura de trípode. La noticia nos llega a través de uno de los numerosos canales de Telegram que ofrecen noticias y contenidos directamente desde el frente de batalla, y sin ninguna información más que un vídeo en el que se nos explica la novedad.
No obstante, y por como mira un par de veces la Steam Deck el operador de la ametralladora, es de imaginar que esta dispone de un mecanismo para apuntar que transmite la imagen a la consola, tal vez basado incluso en una webcam convencional, y la Steam Deck debe tener un software modificado, posiblemente el mismo SteamOS u otra distribución con software a medida desarrollado para esta tarea.
Un dispositivo de este tipo permite operar la ametralladora desde una distancia segura y sin exponer al fuego enemigo, aunque el problema es la alimentación de la cinta cuando esta se acaba, o bien cuando se atasca.
No disponemos de pruebas de su uso en combate.