“Chiquito pero matón” es una frase que he escuchado toda mi vida en referencia a personas o animales de pequeño tamaño, pero que se comportan como los de gran tamaño, y son capaces de competir o incluso amedrentar a los que son físicamente de gran tamaño. Y con ese mismo espíritu ha nacido Bio-farma.es, de una forma humilde, pero con alma de gigante.
A priori, pudiera parecer que Bio-farma es una tienda online más de parafarmacia como tantas otras que hay ahí afuera por los recovecos de Internet, pero tras la apariencia, su génesis es una muestra de la fuerza de la voluntad que permite hacer mucho con muy poco, ya que el alma mater de este desarrollo es una simple Raspberry Pi. Y ni siquiera su último modelo.
Para quien no la conozca, la Raspberry Pi es un SBC (Single Board Computer, ordenador completo en formato de una sola placa) basado en un microchip de arquitectura ARM, de pequeño tamaño y potencia contenida, pero cuya arquitectura es suficientemente abierta como para dar rienda suelta a una muy amplia diversidad de proyectos, gracias también a una muy diversa panoplia de accesorios.
Uno de estos pequeños ordenadores (cabe en la palma de la mano), una Raspberry Pi B+ que ni siquiera es el último modelo (de 2015), con una modesta cantidad de RAM de 512 MB y ejecutando una versión del sistema libre GNU/Linux fue utilizada para procesar 25.000 referencias de productos, realizar la traducción automática a cuatro lenguas (castellano, catalán, inglés y francés), descargar las imágenes de los productos, y adaptarlas a dos formatos distintos para optimizar su visualización en cualquier navegador web.
Todo el desarrollo, incluído el software, lo llevó a cabo el informático del proyecto, un técnico con más de cinco lustros de experiencia a sus espaldas en múltiples proyectos de distinta índole.
Este proceso de importación de artículos, traducción automática (empleando inteligencia artificial) y preparación de las imágenes llevó dos semanas de trabajo a la Raspberry Pi, que demostró que la máxima de “chiquito pero matón” ha tenido toda la razón de ser en este caso.
De todas las referencias procesadas, solamente un 1% de las imágenes o documentos tuvieron que ser procesados a mano por generar un error, debido a su formato, a errores del servidor del proveedor, o a incongruencias como imágenes con un tamaño excesivo.
La anécdota durante estas dos semanas de trabajo, es que la Raspberry tuvo que reducir su velocidad de trabajo, porque los servidores del hosting no podían admitir el ritmo de peticiones que este pequeño ordenador realizaba (limitada por motivos de seguridad y operativos). Chiquita, sí, pero realmente muy matona.
Gracias a preparar todo el software desde la base, las páginas de la tienda online de Bio-farma se sirven de una forma muy rápida, ya que el tiempo de respuesta en la web es, a día de hoy, una variable diferencial realmente importante.
Para hacernos una idea del resultado que esto ha acabado dando, la página de Bio-farma ha conseguido un 100% de velocidad en casi todas sus páginas en la prueba PageSpeed Insights, creada por Google para que los desarrolladores de páginas web puedan medir la velocidad de sus creaciones y, así, mejorar la experiencia del usuario.
Bajo el sello de la energía renovable
Pero la Raspberry Pi no podía encargarse de todo el trabajo, así que una vez realizado el procesado de los artículos, estos fueron subidos a un servidor de una empresa de hosting para que estuvieran disponibles. Pero no un servidor cualquiera.
Desde Bio-farma apostaron decididamente por las fuentes renovables y la energía verde, así que buscaron una empresa que les ofreciera un servidor alimentado al 100% por energía renovable, y lo consiguieron. De hecho, el servidor que utilizan disfruta de la certificación ISO 50001.
No acaba aquí la contribución de Bio-farma a la comunidad; como es un proyecto único en su clase, han decidido liberar la librería utilizada para llevar a cabo el procesamiento de los datos, a través de un repositorio en Github y PHP Classes, así como la librería que permite controlar la temperatura de la CPU de la Raspberry Pi, para realizar la carga de trabajo en el proceso de backpropagation en inteligencia artificial.
De esta forma, el proyecto que se ha nutrido de los desarrollos libres llevados a cabo por la comunidad, también ha aportado su granito de arena a la misma. Además, la librería de control de temperatura resultó premiada con el primer premio a la innovación en el portal internacional PHP Classes.
Ambiciosos planes de futuro
Para más adelante, Bio-farma quiere implantar una red neuronal para analizar cada una de las visitas y, así, poder aprender qué productos son los que están relacionados con las búsquedas que acaban en compra, y poder ofrecer a los siguientes clientes los productos más adecuados a cada uno de ellos. Este sistema será capaz de detectar qué es lo que busca el cliente antes de saberlo él mismo.