Uno de los síntomas de la COVID-19 que tenemos más asumido es el de la insuficiencia respiratoria, las dificultades para poder respirar de forma normal, y que llevan a tener que conectar los pacientes a un respirador, máquinas que están en boca de todos a raíz precisamente de esta pandemia que estamos sufriendo y, más concretamente, por su escasez en los primeros días.
La dificultad en la respiración, junto con la fiebre y el malestar general, es un síntoma más de que se está enfermo, y debe ser controlado en todo momento, algo que tiene sus dificultades. Los sensores y los wearables, junto con las apps móviles, pueden ayudar en este cometido.
Esto es precisamente lo que ha hecho Resmetrix Medical, una empresa israelí que, como su nombre indica, se dedica al campo médico: ha desarrollado una cinta de pecho equipada con un módulo que dispone de un sensor para medir las variaciones en la respiración y, así, detectar pautas anómalas.
Este dispositivo ha sido desarrollado para monitorizar a enfermos de neumonía o asma entre otras enfermedades, y con los síntomas respiratorios de la COVID-19 también es útil.
Permite una monitorización 24/7, y destaca sobre todo por no basarse en patrones de respiración estandarizados, sino por adaptarse a la respiración de cada paciente de forma personalizada.
Ello le permite no solamente ofrecer una detección muy precisa de un ritmo de respiración anómalo, sino también evitar los falsos positivos.
Su uso no solamente se recomienda en el contexto de instalaciones hospitalarias, sino que también puede servir para los pacientes que están en sus casas, para poder monitorizarlos constantemente.
Y ello es debido a que, cuando el aparato detecta un ritmo de respiración anormal, lo que hace es enviar una notificación que es recogida por una app móvil instalada en el smartphone del paciente monitorizado y, de ahí, puede ser enviada a un equipo médico para poder llevar a cabo una intervención temprana.