Pese a que por estos lares a Xiaomi la conocemos por sus smartphones y algún que otro gadget y dispositivo más (como sus televisores, domótica, o pulseras de actividad), en China (país natal de la empresa), Xiaomi es conocida por una diversidad de productos mucho mayor y, como empresa eminentemente tecnológica, está claro que esta gigante no podía dejar de interesarse por un sector en el que todas las grandes tecnológicas tienen intereses de una u otra manera.
Desde Reuters nos explican que las autoridades metropolitanas de Beijing han admitido que la multinacional china construirá una planta de producción en las afueras de la capital, con una capacidad de construir hasta 300.000 vehículos anuales.
Si bien puede parecer una producción importante, hay que pensar que en China se produjeron en 2020 un total de más de 25 millones de coches entre todas las marcas que trabajan en el gigantesco país asiático. Así, la producción de Xiaomi representará entre un 1,1% y un 1,2% del total del mercado chino, aunque prácticamente triplicará a la de Tesla si la marca norteamericana no incrementa su producción a lo largo de los dos próximos años.
La planta de producción de Xiaomi entrará en funcionamiento a pleno rendimiento en 2024, y además de acomodar la línea de producción de la compañía, también dará cabida a los cuarteles generales de su división de automóviles.
Poco más se conoce sobre el coche de Xiaomi, ni características, ni si la compañía china iniciará su aventura automovilística en solitario, o bien contará con un socio para ello. Algunos medios han citado la posibilidad de que acabe pactando con una fabricante de vehículos local, tal como Great Wall Motors, para juntar la experiencia de esta última con la innovación y la imagen de marca de Xiaomi, pero fuera de las meras especulaciones de los medios, nada más se conoce.