Las recientes acciones de reestructuración que Elon Musk, nuevo amo y señor de Twitter, está llevando a cabo en la compañía, han provocado crecientes rumores sobre la posibilidad que esta pudiera cerrar, principalmente debido al colapso que podría sufrir tras el despido masivo de personal y/o los sabotajes del personal despedido que todavía tiene acceso a los entresijos de la plataforma.
Pero, dejando de lado la posibilidad real de que este escenario se produzca, la posible situación sí nos deja con una pregunta interesante: ¿qué pasaría con el patrimonio digital que contienen los servidores de la compañía si ésta cerrara sus puertas de golpe?
Twitter ha sido una de las redes sociales más importantes del pasado reciente de Internet, y entre los contenidos que usuarios anónimos y reconocidos han posteado, encontramos muchas declaraciones y comunicaciones de interés que, incluso, han salido reflejadas en los medios de comunicación.
No en vano, y por ejemplo, quienes consideran entrar en política en un puesto de relieve, tienen que recorrer sus ‘timelines’ para eliminar tuits que puedan ser comprometedores, ya que pueden ser aprovechados por sus rivales para atacarlo. Y, viceversa, analizar los tuits pasados de sus adversarios para hallar incongruencias con sus actuales afirmaciones.
Precisamente, la cuestión sobre el patrimonio digital que podríamos perder con un hipotético cierre de Twitter -y repito, que independientemente de lo lejos o cerca que se encuentre esta circunstancia, es interesante hacerse esta pregunta-, la trata Alberto R. Aguilar, periodista y redactor de Business Insider, publicación para la que escribe precisamente sobre la intersección entre los ámbitos tecnológico, político, y social.
La primera idea que me ha venido a la cabeza al hacerme esta pregunta es echarle un vistazo a Internet Archive, el archivo mundial de cultura digital, ya que también clasifica páginas web con un motor de búsqueda por snapshots llamado Wayback Machine.
Y si bien tiene clasificada la página principal (y entiendo que algunas más) de Twitter para cada día desde 2001, cuando he querido probar con mi perfil y, por lo tanto, con mis tuits, me he encontrado con la decepción de que la última vez que guardó dicha información fue en 2016.
Desde el 16 de marzo de 2016, Internet Archive no tiene ninguno de mis tuits clasificados. Y hay unos cuantos...
Durante los días de mayor auge de los rumores de cierre de Twitter, también pudimos leer a muchas personas que recomendaban e, incluso, explicaban cómo generar el archivo de tuits para cada perfil y descargarlo, pero esto sería una solución muy parcial para consumo estrictamente personal, y no válido para guardar el patrimonio como un conjunto.
Para hacernos una idea, sería como si de los Comentarios sobre la guerra de las Galias de Julio César, solamente hubiéramos conservado algunas palabras sueltas sin saber a qué páginas y oraciones corresponden, y sin tener posibilidades de recuperar el texto perdido en su conjunto como un todo.
Ni vedi, ni vidi, ni vici para la sociedad. Y aunque esta máxima saliera de la boca del mismo protagonista, pero de otro conflicto posterior. Lo único que tal vez nos consuele es que no todo lo que se ha escrito a lo largo de la historia ha llegado hasta nuestro tiempo, pero como reza la máxima “mal de muchos, consuelo de tontos”
En cualquier caso, cierre Twitter o no, les recomiendo la lectura del excelente artículo de Alberto R. Aguilar, ya que no solamente se refiere a la red social del pájaro azul, sino también a casos acaecidos hace años cómo el de Geocities, y que nos ponen en antecedentes, advirtiéndonos sobre lo grave que es la pérdida de patrimonio para la humanidad.
