Actualizado el 17/12/2024
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Accesibilidad: un objetivo siempre mencionado pero escurridizo (2)Escrito por Luis Fernandez el 07/02/2017 a las 18:04:433124
(Presidente de CEPIS. Catedrático /Full Profesor del Depto. de Ciencias de la Computación (Universidad de Alcalá)) Parte 2 Siguiendo con mi ánimo de presentar la accesibilidad de una forma diferente, también querría también contribuir a desterrar un mito sobre la accesibilidad. El trabajo en esta área no tiene únicamente que ver con los aspectos técnicos y de formato de la presentación de contenidos o interfaces. Existe un aspecto habitualmente ignorado en las famosas guías de accesibilidad web de la WAI, quizás porque las herramientas de ayuda habituales no ayudan tanto a que se cumplan. Se refiere al punto 3.1 de facilidad de lectura de los contenidos que incluye aspectos tales como la identificación de la forma extendida de términos utilizados de forma poco habitual o restringida, incluida la jerga específica, o que el texto que requiera una capacidad de lectura más allá de un nivel de educación secundaria básica deberá ofrecer un suplemento o versión adaptado a este nivel de educación. De nuevo, una buena fuente de oportunidades profesionales, en este caso para especialistas en filología que habitualmente no piensan en este ámbito de las TIC como área de desarrollo profesional, trabajando en equipo multidisciplinares.
Al final, la accesibilidad no es solo algo que deba demandarse solo a los expertos o especialistas habituales, por ejemplo, los de diseño web. Otros profesionales pueden contribuir, como hemos visto, al esfuerzo en accesibilidad. Pero es que un trabajo eficiente (u eficaz) en la promoción de la accesibilidad debería implicar también a los usuarios ofimáticos también en las organizaciones. ¿Por qué y cómo puede plantearse? Comencemos por reconocer que, por desgracia, muchas organizaciones no están convencidas de que la accesibilidad es una oportunidad para tener más visitantes en la web o más usuarios de servicios sino otro problema más que les distrae de la realización de sus múltiples tareas cotidianas.
Por ello, prefieren solventarlo con la mínima implicación transfiriendo todas las acciones necesarias a empresas especializadas que les aseguren que sus empleados y managers no tendrán que dedicar casi ningún tiempo a preocuparse de este asunto. No obstante, como la mayoría de sitos web ofrecen documentos para descargar (pensemos en documentos pdf, presentaciones, etc.), los especialistas al cargo de la web tienen que advertir a los gerentes que, lógicamente, todos los documentos disponibles deben ser a su vez accesibles. De nuevo, la decisión suele ser que los managers deciden pagar las abultadas tarifas de expertos para que sus empleados no tengan que pensar en documentos accesibles, otros los revisarán y arreglarán para cumplir los estándares, generando a la vez un gasto superfluo y un proceso complejo. Absurdo; que yo conozca, al menos un Ministerio funciona así. Sin embargo, cuando uno sabe lo fácil que es crear un documento accesible con las actuales aplicaciones de oficina y comprobar su idoneidad con las funciones que incorporan, percibe en toda su amplitud la desidia de las organizaciones y cómo la ignorancia sigue fomentando una percepción de la accesibilidad con un concepto distante para gerentes y usuarios. Una formación básica, sencilla y corta a los empleados que ya habitualmente crean documentos u otros materiales es suficiente y contribuye, a la vez, a concienciar sobre la accesibilidad.
Aunque ciertamente hay iniciativas ya implantadas para que la accesibilidad se incorpore a los programas formativos, suele hacerse en niveles superiores y en estudios ya relacionados con los especialistas. Sinceramente creo que debería ser un punto del temario de las asignaturas de secundaria dedicadas a la tecnología y que debería desarrollarse de forma muy práctica, por ejemplo, enseñando cómo generar un documento pdf accesible y cómo comprobar que lo es. De esta forma, la Sociedad se beneficiaría de una mayor eficiencia puesto que las nuevas generaciones (y sus profesores) sabrían ya directamente cómo evitar fácilmente el crear más barreras de accesibilidad: las autoridades educativas nacionales y la Comisión Europea deberían acompañar a la nueva directiva con nuevas medidas en educación. Por supuesto, para eso tendría que haber primero asignaturas de secundaria realmente válidas para enseñar el uso de básico tecnología, centradas en estándares internacionales reconocibles y contrastados como ECDL, pero eso ya es otro asunto para el que llevamos años tratando de tener solución. |
