Agenda digital española: ¿inventaremos lo que ya está inventado?Escrito por Luis Fernandez el 29/05/2012 a las 21:14:505130
(Presidente de CEPIS. Catedrático /Full Profesor del Depto. de Ciencias de la Computación (Universidad de Alcalá)) El Gobierno español se dispone a elaborar la Agenda Digital para España (ADPE), el plan que permitirá que cumplamos con la Agenda Digital Europea (http://ec.europa.eu/information_society/digital-agenda/index_en.htm), la primera de siete iniciativas para la Estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrado. La Agenda Digital Española se declara como la hoja de ruta del Gobierno en materia de Telecomunicaciones, Sociedad de la Información y Administración electrónica para esta legislatura. La elaboración de la ADPE se ha basado hasta ahora en dos entidades de trabajo. Primero, un “Grupo de Expertos de Alto Nivel”, presentado en marzo, cuya misión será proponer y tutelar las medidas más adecuadas para desarrollar la estrategia. Quizás lo que podemos decir es que la constitución de dicho grupo fue totalmente sorpresiva y que fue decepcionante por tener un aroma de deja vu y porque los profesionales de las TI y las informática no aparecen como interlocutores por ningún lado. La otra entidad es una oficina técnica, que se encuadra en la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, y de la que forma parte el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que diseñará el Plan que saldrá a la luz en verano. Esta oficina ha convocado exclusivamente por prensa y por nota en su web, aparecida un lunes 14 de mayo (mal día para Madrid) ha que los interlocutores cualificados (empresas, patronales, asociaciones y usuarios) hagan sus aportaciones. Cuando menos también decepcionante que se haga de esta manera. Los interesados pueden pedir acceso a la encuesta en adpe@minetur.es. Se quieren abordar 6 objetivos para la ADPE:
· Fomentar el despliegue de redes y servicios para garantizar la conectividad digital.
· Desarrollar la economía digital para el crecimiento, la competitividad y la internacionalización de la empresa española.
· Mejorar la e-Administración y soluciones digitales para una prestación eficiente de los servicios públicos.
· Garantizar la privacidad, confianza y seguridad en el ámbito digital.
· Impulsar el sistema de I+D+i en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
· Promover la capacitación para la inclusión social y la formación de nuevos profesionales TIC.
En el ámbito del sexto objetivo, y desde mi posición de vicepresidente en CEPIS (Consejo Europeo de Sociedades Profesionales de Informática, www.cepis.org, agrupa a 32 países y 300.000 profesionales) me preocupa no se tengan en cuenta las tendencias europea que ya están en marcha, aunque en España todavía no sean tan conocidas. En la capacitación digital de la ciudadanía, la acreditación europea ECDL (www.ecdl.org) está estructurada en suficientes niveles para cubrir desde la simple concienciación hasta la alfabetización digital. Ha sido ya obtenida por 9 millones de europeos y 12 millones de persona en total en el mundo. En países como Italia ha sido adoptada por el Ministerio de Educación como estándar para la formación escolar y universitaria.
En el caso de la formación de profesionales TIC, el Centro Europeo de Normalización (CEN) ha creado el E-competence Framework (eCF: www.ecompetences.eu/), un marco europeo común de capacitación para los profesionales tecnológicos que trabajen en cualquier sector. Este marco ha recibido un fuerte apoyo de la Comisión Europea y está sirviendo para guiar la compleja definición y evaluación de competencias profesionales en TIC en un campo en el que la evolución técnica, la rapidez de cambio en marcas, paradigmas y productos resulta una amenaza para la gestión de los recursos humanos y la cualificación. Como aplicación práctica del eCF ya existen los certificados EUCIP (www.eucip.es) que fueron adoptados por el Ministerio de Industria en 2011 para los planes Avanza de formación.
Con estos precedentes, ¿terminaremos adoptando estas realidades europeas de capacitación o nos quedaremos aparte sin decidirnos a tener vías más claras de homologación con el resto de países? ¿Quizás inventaremos algo nuevo? La respuesta en el verano, si se cumplen los anuncios para la ADPE.
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