¿Armonización fiscal?Escrito por José Mompin Poblet el 14/02/2017 a las 18:59:303931
(Presidente de Honor de la Asociación Iberoamericana de Periodistas Especializados y Técnicos (AIPET)) Hace sólo unos pocos días que en la reunión de presidentes de las Comunidades Autónomas, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha acusado a su homóloga de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, de haber convertido Madrid en un “paraíso fiscal”. Lo mismo piensan los restantes presidentes autonómicos socialistas, y piden poner fin a esta “desleal competencia tributaria”, que perjudica, según ellos, a las administraciones que aplican una carga tributaria más elevada. Se refieren concretamente a los impuestos en sucesiones y en donaciones, ambos transferidos a las CC.AA.
En la tabla que adjunto, se puede ver que, por ejemplo, para una herencia de 800.000 euros, un andaluz tiene que pagar de impuestos sucesorios 164.000€, casi lo mismo que un asturiano, un extremeño y un aragonés, mientras que un madrileño sólo paga unos 1.600€. En el caso de una donación en vida de un padre a un hijo de, por ejemplo, unos 800.000€, los impuestos que paga un andaluz, así como los ciudadanos de Asturias, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, La Rioja y Aragón, pagan alrededor de 205.000€, mientras que un ciudadano de Madrid paga sólo 2.000€…En las demás comunidades autónomas ( Valencia, Galicia, Catalunya, Castilla La Mancha, Baleares, La Rioja y Canarias), los cantidades que pagan por ambos conceptos, oscilan en valores intermedios.
Lo lógico sería que las regiones más pobres de España traten de atraer inversiones empresariales, y retener a los trabajadores más cualificados, mediante un régimen impositivo favorable. En ese caso, deberían ser las regiones más ricas (Madrid, Catalunya, Baleares, Valencia…), las que reclamaran una mayor armonización fiscal a fin de evitar que el “dumping fiscal” de las regiones pobres les perjudicara. Sin embargo, en España sucede todo lo contrario: las regiones más pobres (Andalucía, Extremadura, Asturias, Aragón…), tienen la “arrogancia” de poner los impuestos que la ley les permite más altos, para luego exigir a las regiones ricas que los suban hasta ponerse a su nivel.
Siento decirlo tan claro: la razón de tal despropósito es que, desde hace muchas décadas, algunas regiones españolas renunciaron a desarrollarse económicamente, a invertir en I+D, y optaron por vivir de las transferencias fiscales del resto de los españoles, de la llamada “solidaridad interterritorial”. Esto les ha desincentivado a impulsar el desarrollo industrial y tecnológico, y optaron por crear un tejido funcionarial o productivo de poco valor añadido . ¿Cómo es posible que lleven tanto retraso económico, tras varias décadas recibiendo generosos subsidios del Estado Central y de la Unión Europea?.
En nuestro país hay sólo 4 autonomías que aportan al erario público más de lo que reciben del Estrado Central: Madrid, Baleares, Catalunya y Valencia; el resto recibe más de lo que aporta. El colmo del cinismo es que esas comunidades que han disparado su carga tributaria en los apartados de donaciones y sucesiones, ahora pretendan extender su estrategia de subdesarrollo hacia el resto de comunidades autónomas.
Por tanto voy a ser políticamente incorrecto y, posiblemente odioso: NO a la armonización fiscal; revisemos la injusta y distorsionadora redistribución de la renta entre Comunidades Autónomas.
Por Josep Mompín Poblet
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