Cerebro y música, una pareja saludableEscrito por Jordi Àngel Jauset el 04/03/2014 a las 21:44:214161
(Profesor e investigador. Gestión de la calidad e innovación docente) Vivimos en un entorno expuestos a múltiples estímulos de distinta naturaleza que, captados por nuestros sentidos, son procesados e interpretados de forma consciente e inconsciente por el cerebro. Entre ellos, se encuentran las vibraciones mecánicas las cuales, en función de su amplitud y ritmo de variación, podrán ser transducidas por el sistema auditivo. Una vez dicha información, en forma de impulsos nerviosos, alcance las áreas corticales se obtienen las sensaciones que denominamos "sonidos" y "música".
Hoy en día, la medicina convencional utiliza instrumental de diagnóstico y clínico basado en vibraciones, tanto electromagnéticas como mecánicas (audibles o no). Por ejemplo, el láser y los equipos e instrumentos de ultrasonidos (HIFU, Neurosonología, ecografías, entre otros). Pero también podemos citar la Optogenética (posibilidad de estimular neuronas mediante la luz) y la Terapia Musical Neurológica (estimulación auditiva rítmica) como ejemplos de recientes y futuras e innovadoras aplicaciones en el ámbito médico clínico basadas en la luz y el sonido.
Para comprender cómo y por qué nos afectan el sonido y la música debemos pensar en su origen vibracional y ello nos permitirá observar que hay dos importantes vías o medios de influencia: la psíquica (por ejemplo a través de las emociones) y la biológica, por impacto directo de la energía física de las vibraciones mecánicas (acústicas). A través de las emociones, los cambios bioquímicos consecuentes afectan a nuestras constantes fisiológicas y, a su vez, los cambios bioquímicos a consecuencia de la influencia directa por la vibración inicial, influirán en nuestro estado psíquico. La relación mente-cuerpo o psique-fisiología es, pues, constante y permanente.
Posiblemente esté poco divulgada los efectos que ejercen los estímulos sonoros y musicales a nivel celular, en base a su naturaleza vibracional, por lo que se comentarán algunos resultados de investigaciones recientes al respecto.
En los últimos 30 años y, dado el avance de las técnicas de neuroimagen, es posible "ver" y analizar qué ocurre en nuestro cerebro ante cualquier estímulo y, por tanto, cuando estamos expuestos al sonido y a la música. Por ello, aún cuando en pleno siglo XXI se conserven prácticas ancestrales, como el acompañamiento con cantos y música a los enfermos, la neurociencia constata su influencia positiva en el bienestar y calidad de vida.
Jordi A. Jauset Dr. en comunicación, ingeniero y músico. Máster en psicobiología y neurociencia cognitiva. Profesor e investigador de la Universidad Ramón Llull.
|