Clean Rooms: ¿Qué tecnología es compatible con el uso de una sala blanca?Escrito por Pere Cerdà el 24/09/2019 a las 17:21:534034
(CEO de Vi3) Una sala blanca o clean room en inglés, es una sala especialmente diseñada para obtener bajos niveles de contaminación en entornos que requieren el máximo de esterilidad y que no pueden verse afectados por contaminantes externos.
Este tipo de salas se implementan en centros de investigación, en la industria química, alimentaria, microelectrónica, y sobre todo, en entornos donde se trabaja con bacterias, virus o sustancias que requieren unas condiciones específicas de conservación, como el sector farmacéutico y sanitario. Dichas estancias suelen ser modulares y cuentan con unos parámetros estrictamente controlados de aquellos elementos que pueden deteriorar los procesos procesos llevados a cabo: ambiente, partículas y flujo del aire, temperatura, humedad, presión interior, iluminación, entre otros.
Así, este tipo de espacios cuentan con sistemas – como por ejemplo, los filtros HEPA- que se encargan cada hora de filtrar el aire para eliminar, ácaros, bacterias y todo tipo de microrganismos.
Las clean rooms se forran con vinilos, ya que estos son más eficaces a la hora de evitar la suciedad. La silicona cubre todas las juntas, grietas y todos los posibles huecos para evitar filtraciones desde el exterior.
A su vez, carecen de picas para evitar la contaminación, y cuentan con estructuras, paredes, suelos y techos de fácil higiene y gran durabilidad y resistentes el agua a presión. De la misma manera, estas salas tienen una presión diferente a la del exterior con el objetivo de que el aire salga pero no entre al abrir la puerta.
Además de trabajar siempre con materiales que no desprendan partículas y que no acumulen cargas electrostáticas, el personal que trabaja en clean rooms tiene la obligación de no acceder si no es con un traje especial destinado a proteger el espacio de una posible contaminación.
¿Cómo es la tecnología orientada a las Clean Rooms?
En este sentido, no solo la arquitectura de la sala ha de ser diseñada con ese propósito. Cualquier sistema tecnológico que se desarrolle dentro debe estar adaptado al entorno ‘blanco’ y contar con una tecnología muy concreta.
A diferencia del personal sanitario, la infraestructura tecnológica que soporta este ingente flujo informativo nunca duerme. Es el caso de los sistemas de impresión, esenciales en el universo hospitalario al estar en permanente funcionamiento las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, debido a la impresión de registros, diagnósticos, altas y bajas, entre multitud de otros documentos.
No hemos de olvidar que por encima de todo, antes de las operaciones sanitarias o quirúrgicas, cualquier hospital o centro sanitario funciona a partir de la información. Por ende, no es de extrañar que las clean rooms cuenten con estos sistemas acondicionados a las necesidades del entorno.
En este contexto, grandes empresas líder del sector como el gran fabricante mundial HP gozan de una división exclusivamente centrada en el desarrollo de dispositivos electrónicos para las salas blancas, cuya primera premisa es no crear ningún tipo de residuos ni contaminación en el lugar donde se instalan.
Impresoras menos contaminantes y más eficientes
Así, el gigante americano ha desarrollado una tecnología que está cambiando poco a poco el sector de la impresión, introduciendo en sus impresoras el sistema PageWide, una alternativa que aúna lo mejor de las impresoras láser y de inyección de tinta, y que rompe con el paradigma de calidad, velocidad e inversión convencional.
Siguiendo la tendencia de estricta higiene, esta tecnología es impermeable y permite que los documentos impresos resistan el agua, no manchen y no destiñan.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) -el organismo que establece y controla las normas internacionales de fabricación en las salas blancas- determina las clean rooms en función de la limpieza de su aire y mide los límites máximos de concentración (partículas de tóner por m³ de aire), entre otros parámetros y metodologías aplicables, etc.
A diferencia de las impresoras láser tradicionales, que emiten pequeñas partículas dañinas al aire, lo que puede ser desaconsejable para pacientes con afecciones respiratorias e inclusive para personas sanas como personal médico o visitantes, la nueva tech PageWide de HP orientada a las clean rooms, cuenta con la certificación y cumple los requisitos normativos de la ISO.
Otros beneficios
Además, la tecnología comentada también presenta otros beneficios como es la eficiencia energética. A lo largo de su vida útil, las impresoras PageWide pueden reducir el consumo de energía hasta en un 84% en comparación con un modelo láser convencional no orientado a clean rooms, gracias a la eliminación del elemento de calentamiento utilizado en las tecnologías de impresión láser para fundir el tóner en el papel.
Eso significa que el uso total de energía de una impresora PageWide a lo largo de un año impacta menos del 40% que una bombilla de 18 vatios. En este sentido, la tecnología PageView es mucho más sostenible, ya que puede reducir la huella de carbono de la impresión hasta en un 55%. Un ahorro se traduce en carbono a 189 litros de petróleo por cada 100.000 páginas.
Asimismo, el cartucho de mayor capacidad para una impresora PageWide puede producir hasta 20.000 páginas en blanco y negro, o 16.000 a todo color, lo que implica una reducción del 94% en los desechos en comparación con un láser equivalente. Esto es, 23 kg menos de residuos por impresora al año.
Esta tecnología supone un avance importante para el sector tecnológico-sanitario, y un compromiso con el cuidado del medioambiente, extremadamente necesario para el futuro del planeta y la salud de todos sus agentes.
Por Pere Cerdà, CEO de Vi3, empresa de suministros informáticos y First Gold Partner de HP |