COACHING: PROGRAMAR NUESTRO GPS VITAL

Frecuentemente tengo la oportunidad de mantener una conversación como la siguiente: - Oye, ¿y tú a qué dices que te dedicas? - Soy coach de negocios, mi dedicación es el coaching empresarial. - ¿Cómo dices, cou... qué? Entonces, a partir de esa última pregunta mágica, se inicia mi argumentación de lo que significa la palabra coaching y más concretamente el coaching empresarial, una de las pasiones de mi vida. El término coaching, según "wikipedia" procede del término inglés to coach, es decir entrenar. Literalmente: "En el entorno empresarial y personal se conoce por coaching al proceso interactivo y transparente mediante el cual el coach o entrenador y la persona o grupo implicados en dicho proceso, buscan el camino más eficaz para alcanzar los objetivos fijados usando sus propios recursos y habilidades". Haciendo un poco de historia, se dice que el término surgió alrededor de los siglos XV y XVI en la ciudad húngara de Kocs (a unos 70 km de Budapest) situada entre Viena y Pest. Para realizar esta ruta se utilizaba un carruaje de caballos que incorporaba por primera vez un sistema de suspensión que lo convertía en el medio de transporte más cómodo en ese momento: kocsi szekér ("carruaje de Kocs" y pronunciado cochi). Este término pronto derivó en la palabra española "coche". Es así como el término coach, transportaba personas de un lugar a otro: alegóricamente el coaching transporta a las personas de donde están, adonde quieren llegar. La ICF (International Coach Federation) define el coaching de la siguiente forma: "Coaching es la alianza con un cliente dentro de un ambiente de provocación de ideas y de altísima creatividad que le ayuda a éste a alcanzar su potencial profesional y personal. Esta alianza en el tiempo permite a los clientes alcanzar resultados satisfactorios en sus vidas personales y profesionales. Los coaches ayudan a mejorar el desempeño de sus clientes y la calidad de sus vidas, están entrenados para escuchar, observar y adaptar su propio enfoque a las necesidades especificas de sus clientes. Los coaches buscan suscitar soluciones y estrategias en el cliente y creen que su cliente posee una creatividad innata y que son recursivos. El trabajo del coach es proveer el apoyo necesario para resaltar las habilidades, recursos y creatividad que el cliente ya tiene." En este momento, cuando parece que mi interlocutor ya se ha hecho con una idea aproximada de a qué dedico unas cuantas horas de mi vida, aprovecho para darle mi visión práctica del coaching: el arte de trabajar con los demás. En este proceso procuramos determinar, establecer y clarificar una serie de objetivos personales y profesionales con las personas a las que entrenamos y, a partir del conocimiento de en qué punto nos hallamos, establecer un plan de acción para conseguir esos objetivos. El coaching es acción. Si hablamos concretamente del coaching empresarial, entonces de lo que se trata es de crear una perturbación en la zona de confort del empresario, motivarlo para que se cuestione absolutamente todo a través de preguntas provocadoras, que nos conduzcan a respuestas muchas veces sorprendentes y a acciones efectivas. Desde este punto de vista, puede también interpretarse como una red de solidaridad, en la cual los profesionales ponemos nuestros conocimientos, experiencia y formación al servicio de otros profesionales para ayudarles a solucionar problemas en sus negocios. Como coach me he dado cuenta que el coaching es tan eficaz en grandes, medianas y pequeñas empresas, ya que su base descansa en enseñar a fijar objetivos concretos y a tomar decisiones. El éxito de este proceso radica en que es el inicio de lo que denominamos la secuencia de la capacitación: de la incompetencia inconsciente, a la incompetencia consciente (primera etapa en un proceso de coaching), y de ahí a la competencia consciente y al estadio final de la competencia inconsciente. Es decir, se inicia el camino cuando el empresario se hace consciente de los aspectos de su vida y de su empresa que deben modificar para mejorar. Las reglas de la economía, de la empresa y el trabajo están cambiando al mismo ritmo que nuestro mundo digital regido por las tecnologías de la información. Ahora se nos juzga según normas nuevas. Ya no importan solo la preparación y la experiencia, sino como nos manejamos con nosotros mismos y con los demás. La nueva medida da por sentado que tenemos suficiente capacidad intelectual y preparación técnica para desempeñarnos en el empleo; en cambio se concentra en ciertas cualidades personales, tales como la iniciativa y la empatía, la adaptabilidad y la persuasión. Las aptitudes humanas constituyen la mayor parte de los ingredientes que llevan a la excelencia laboral, muy especialmente, al liderazgo. En el fondo, un proceso de coaching es como programar el funcionamiento de nuestro GPS vital. Cuando utilizamos un GPS para desplazarnos con nuestro vehículo debemos indicarle el origen de nuestra posición y el destino al que deseamos llegar, junto con una serie de parámetros como son los avisos, rutas alternativas, rutas efectivas, etc. De la misma manera el coaching es como un GPS que nos guía en la vida para dirigirnos hacia el destino vital (personal y profesional) que hemos elegido, guiándonos por las sucesivas etapas establecidas en el plan de ruta. De todas formas no es necesario preocuparse. Ya nos lo advierte el manual de usuario: "En cualquier momento el GPS puede ser reprogramado en todas sus características de funcionamiento, incluso en la determinación de su punto de llegada". Más información: http://www.actioncoach.com/eduardtamames/