Desierto u oportunidadEscrito por Cristina Barbacil el 02/11/2011 a las 18:06:575706
(Directora de comunicación y proyectos. Fundació Mas Albornà, dedicada a la integración sociolaboral de personas con discapacidad y trastorno mental) Son curiosas las asociaciones que nuestro cerebro realiza de modo casi inconsciente, casi sin darse cuenta, fruto de nuestras vivencias, educación o creencias… Rápidamente, nos vienen a la mente binomios tales como Juventud-Belleza; Dinero-Poder; África-Pobreza; Rojo-Pasión; Otoño-tristeza; Tecnología-Modernidad… y así una retahíla de parejas de tantos y tantos conceptos a los que asociamos adjetivos impunemente, basándonos tal vez en subjetividades, prejuicios y etiquetas. Y el tándem Discapacidad-Incapacidad no se escapa de esta exquisita clasificación. En un momento en que el contexto socioeconómico está en caída libre y en que muchos paradigmas están bajo revisión en cuestionamiento su funcionamiento y razón de ser, tal vez (solo tal vez) sea también el momento de abolir etiquetas “de toda vida”, abrir los ojos y ver que otra realidad no solo es posible, sino que existe. Y para muestra, un botón. Este es el caso de la aplicación de la más avanzada y moderna tecnología en un sector tan “incapaz”, “poco atractivo” y “obsoleto” como es el de la discapacidad intelectual. Hay que abrir los ojos y ver como existen muchas entidades que han dado un paso al frente y se han subido al tren de las tecnologías. Organizaciones en su mayoría con pocos recursos pero con las ideas claras y la iniciativa necesaria para lanzarse al vacío dentro de un mundo que no “va con ellos”. En el sector de la discapacidad pocos tienen cargos con nomenclatura anglosajona, ni viven enganchados a i-pads, i-phones y redes sociales, puesto que otras son sus prioridades. Tampoco veremos a muchas empresas y emprendedores del moderno sector tecnológico plantearse la posibilidad de establecer negocios y colaboraciones con estas organizaciones… A día de hoy, representantes de entidades sociales que ya han desarrollado proyectos de primer nivel están dentro del circuito de las NNTT. Han realizado proyectos gracias a alianzas con universidades y empresas como un Messenger visual, adaptado a personas con dificultades en la lectoescriptura; GPS de seguimiento y apoyo a personas con fácil desorientación; e-learning para trabajadores con discapacidad… entre otros muchos proyectos tecnológicos de primer orden. Estas iniciativas, como Teruel, también existen. Y están en crecimiento. Y además, son útiles a muchas personas. Y están en funcionamiento. Y pueden todavía mejorar y avanzar. Y en eso están centenares de entidades que, además de velar por la asistencia a estas personas, trabajan por el futuro del colectivo el cual pasa por la aplicación de estas tecnologías en su día a día. Y por ello, algunas de ellas se han unido en un grupo impulsor de Nuevas Tecnologías, con esta voluntad. Son pues, un vivero de entidades con proyectos tecnológicos con la voluntad de avanzar aún más. Quedan muchas cosas por hacer pero el camino ya está iniciado. Estos proyectos y entidades tal vez solo representen un ínfimo porcentaje del negocio tecnológico, pero es un campo casi virgen y por explorar, repleto de oportunidades y retos, como pocos quedan hoy en día. Ahora es el momento de ver, como cuenta la anécdota, si este desierto es solo desierto o una oportunidad única de ser aprovechada vendiendo el agua que nadie tiene. Cristina Barbacil
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