El tercer sector ¿Necesita tecnología (TIC)?Escrito por Xavi Capdevila el 09/11/2011 a las 21:29:305139
(Cap de Línia TIC i Participació Comunitária. Fundació Innovació per a l’Acció Social) Empezamos con una paradoja:
A la espera de que Benestic y la Fundació Observatori per a la Societat de la Informació (FOBSIC) publique los resultados de Estudio de las necesidades y competencias tecnologicas en el sector de los servicios sociales en Catalunya ( “Estudi de les necessitats i competències tecnològiques en el sector dels serveis socials a Catalunya”) y contradiga lo que aquí expongo, se observan indicios que llevan a pensar que queda camino por recorrer. Tras años de combatir la brecha digital desde la gestión de muchas iniciativas públicas de inclusión digital (redes de telecentros, por ejemplo) hay algunas cuestiones que apuntan a que en casa del herrero, cuchara de palo.
Por poner un ejemplo, en el último Congreso del Tercer Sector (celebrado en Barcelona en marzo de este año, en plena eclosión de la internet social) tuve la oportunidad de moderar una de las 2 mesas temáticas (sobre 30 que se programaban) que centraban el tema en las TIC. Las mesas llevaban estos títulos: Las TIC, una oportunidad para la mejora de la eficiencia y El reto de las TIC.
O sea que, por un lado, el sector está en proceso de mejorar su eficiencia a través de la adopción de tecnologías para la mejora de la gestión y, por otro lado, las TIC se presentan cómo un reto, en tanto que todavía son más oportunidad que realidad .
En aproximaciones (2) previas realizadas desde el propio sector en un intento de identificar el estado de la cuestión, se ha constatado que la dimensión de la organización y su tipología de acción inciden en un mayor o menor uso de las TIC, siendo en Fundaciones (factor tamaño) y en Organizaciones de cooperación al desarrollo (factor tipología) dónde su uso es más intensivo.
De todos formas, destaca que esos usos se centran principalmente en la gestión y la difusión de las acciones (presencia en redes sociales generalistas), siendo más secundarias en la atención a las personas (usuarias de sus servicios), a su base social y a sus equipos de trabajo (aunque con interesantes excepciones en los tres casos) , empezándose a vislumbrar iniciativas de captación de fondos vía las redes sociales.
También se identifica en esas aproximaciones, que el factor económico (o la percepción de que las TIC son caras) incide en que la implantación de tecnologías de la información y la comunicación no sean, todavía, intensivas. Un dato: las estadísticas de acceso de la web de la organización a la que pertenezco señalan que en el ultimo año, el 87,92% de visitantes (intuyo que la mayoría deben ser del mismo sector y del sector público) lo hacen con sistemas operativos de código cerrado. Una mayor implantación de software libre, con otro tipo de licencias, y un mayor uso de herramientas de computación en la nube, no sólo incidirían en la economía de las organizaciones sino que también coincidirían con sus principios fundacionales; apostar por el software libre debería ser una opción ética para este tipo de organizaciones.
Dónde creo hay más camino por recorrer es en el lugar dónde se completa la paradoja:
En paralelo a seguir introduciendo TICs en la gestión, el marketing, y en la atención social , el tercer sector tiene por delante, en tiempos del show me the code (“muéstrame el código”), el reto de adquirir una mayor actitud de trabajo en red, de trabajo colaborativo (llamémosle actitud 2.0) y especialmente dotarse de una inquietud por el trabajo de código abierto compartido, que incorpore el conocimiento y la experiencia de terceros (usuarios y colegas), para que las redes entren en el sector y el sector en las redes y así actualizar y multiplicar por mucho el buen trabajo que llevan haciendo desde hace tanto tiempo.
Cap de Línia TIC i Participació Comunitária
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