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España, futuro inmediato.

Escrito por RAMON PALACIO el 10/02/2010 a las 00:10:07
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(Ingeniero de telecomunicación y vocal consejo de dirección de civicai.cat)

España preside la Unión Europea desde enero del 2010, con el objetivo de conducir Europa a la recuperación económica, y los medios periodísticos europeos han manifestado cierto escepticismo sobre como un gobierno, visto débil, de uno de los países más azotados por la crisis, será capaz de liderar la recuperación económica europea. España ya es Europa. Me voy a permitir hablar de España, ser sintético en el diagnóstico, y además, hacer predicciones. Como puede verse, opciones de alto riesgo. España tenía cuatro frentes abiertos en el siglo XIX, los llamados problemas militar, agrario, eclesial y catalán. Hay quien dice que los tres primeros se han solucionado y sólo queda el cuarto, pero yo más bien pienso que sólo se ha solucionado el primero y que el resto se han transformado y que en el siglo XXI se llaman problemas económico, social y territorial. El problema económico. La economía española ha crecido, y mucho, en el siglo XX, pero en los últimos 20 años ha crecido en falso, ha crecido en masa bruta y en valor nominal (inflación de precios de inmobiliario y de servicios), pero no en productividad ni en valor añadido. España debe consolidar una estructura económica productiva, de bienes y de servicios, con apuestas de futuro (sector TIC, sector bio,..), pero basado en los sectores tradicionales de transformados agrarios, en los sectores industriales y en los servicios de más valor, haciendo un esfuerzo importante en productividad. Ahí es donde las TIC son esenciales. España será productiva o no será. El problema social. España ha pasado de la cultura de la dictadura y de las obligaciones, a la cultura de la subvención y de los derechos, a la cultura del todo gratis (en la escuela, en la sanidad, en la empresa, incluso en el paro... y en internet). Debemos volver al centro del péndulo, con exigencias de nuestros derechos y cumplimiento de nuestros compromisos. Nada es gratis, todo tiene un coste (económico y social), y hay que asumirlo (total o parcialmente) por el usuario. España ha descubierto recientemente la inmigración. Hemos pasado de ser un país de emigrantes a uno de inmigrantes. Esto quiere decir practicar la tolerancia y el respeto, la cesión de derechos y la exigencia de compromisos. Europa, con España, necesita unas decenas de millones de inmigrantes para cubrir los puestos de trabajo necesarios y para permitir la continuidad de la estructura de pensiones y seguridad social. Los inmigrantes nos pueden enseñar lo que habíamos olvidado, la cultura del esfuerzo. España será plural o no será. El problema territorial España no puede permitirse ya estar anclada en el concepto de Estado Nación, que ni cede soberanía hacia arriba (Europa) ni hacia abajo (regiones/comunidades/...). El mercado es mundial, la población es mundial (y cada vez más urbana). Europa camina hacia una Europa de las ciudades y de las regiones. Y España puede solucionar su problema territorial por la vía de la integración de sus ciudades y sus regiones en esa Europa. Pasó la hora de los debates identitarios. La identidad es personal, y la mayor seña de identidad colectiva es la voluntad de pertenecer a esa colectividad, sea social o nacional, estableciendo un compromiso de deberes y derechos. España no puede ser confederal hacia arriba y unitaria hacia abajo. España será federal o no será. Y no necesariamente simétrica. El café para todos ya no vale. Ramon Palacio Enero 2010