Inteligencia artificial, para empezar, el nombreEscrito por RAMON PALACIO el 06/02/2024 a las 20:56:221855
(Ingeniero de telecomunicación y vocal consejo de dirección de civicai.cat) Llamar "inteligencia" a un software, debido a que tome decisiones y haya "aprendido" solo (machine learning o deep learning) es una temeridad.
De hecho, todavía no sabemos qué es la inteligencia, ni si es exclusivamente humana, ni cuáles son todas las funciones cerebrales, ni si existen funciones «inteligentes» residentes fuera del cerebro, ni si existe inteligencia colaborativa en animales «inferiores» o incluso en la actividad de las proteinas.
Pues menos aún podemos llamar «inteligencia artificial» a unos programas que como mucho son «algoritmos automáticos» o «self-algorithms». Son, eso sí, avances destacados que pueden alterar significativamente nuestra manera de relacionarnos y la propia sociedad en la vivimos.
Dado el grado de desarrollo actual de la «inteligencia artificial», marcado por la irrupción de Chat GPT, una inteligencia generativa i conversacional, con diálogos contextualizados utilizando procesamiento de lenguaje natural – PLN – con generación de textos coherentes, con herramientas como Midjourney, de creación de imágenes, y Runway de creación de vídeos, y el seguimiento por otros programas como Google Bard, Youchat, ChatSonic, Bloom, Perplexity AI, (y ... los que vendrán), observamos que los usuarios estamos boquiabiertos y algo asustados, y que las tres mayores preocupaciones de los Estados han sido la capacidad de la IA de generar propuestas falsas, las pérdidas de privacidad de los usuarios, y la trazabilidad de las fuentes, incluyendo la gestión (económica) de los derechos de autor. Volvemos 20 años atrás, fake news, privacidad y mercado.
La IA es mucho más que eso. De hecho, las fake news, la invasión de la privacidad y la gestión de los derechos de autor son "problemas antiguos", incluso analógicos, y en toda la algorítmica digital actual desempeñan un papel central. Enfocar la IA en estos tres temas es descontextualizar la IA, incluso diría, sesgarla. El cambio fundamental que genera la IA es su autonomía.
El núcleo del debate debe ser, a corto plazo, la regulación de los actores públicos, empresariales o “open-source” que la desarrollan, la comercializan y la utilizan, y con especial énfasis, la responsabilidad, la ética, la transparencia y la trazabilidad de los programas de IA, entendiendo que “inteligencia” es algo más que análisis de datos, toma de decisiones y expresión oral, escrita o visual
Y a largo plazo, los límites de la IA, y la computabilidad (o no) de la inteligencia biológica, incluso si la «nueva» inteligencia del silicio puede entenderse como evolución «natural» de la «antigua» inteligencia del carbono. Seguimos.
Ramon Palacio Ingeniero de telecom y vocal consejo de dirección de civicai.cat Noticias Relacionadas:Primer buscador de talento español basado en inteligencia artificial Google se alía con Oxford |