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LA ENCRUCIJADA DE LA BANDA ANCHA EUROPEA

Escrito por Jorge Perez el 21/11/2007 a las 20:45:22
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(Catedrático de la ETSI Telecomunicación (UPM))

Europa se enfrenta en la actualidad al reto de desplegar y desarrollar nuevas infraestructuras de banda ancha que permitan soportar la creciente demanda de servicios "multiple play" y de mayores velocidades de acceso. El despliegue de estas infraestructuras, conocidas como redes de acceso de nueva generación, difiere de anteriores actualizaciones de la red. Por un lado, suponen inversiones muy importantes ya que es necesario acercar mucho la fibra a los hogares, por otro, se producirán necesariamente "mercados geográficos" distintos según características demográficas en función del número de competidores en infraestructuras que operen en las diferentes áreas. La dinámica competitiva que se establezca entre los agentes inversores, las facilidades que proporcionen quien gestiona el dominio público y el escenario regulador, explicarán en gran medida la extensión y los tiempos de despliegue. La tendencia hacia una mayor disponibilidad de infraestructuras, camino natural para fomentar unos mejores servicios de banda ancha, se ajusta bien a los modelos regulatorios basados en el fomento de la competencia en infraestructuras y la consolidación de agentes con suficiente escala como para afrontar dicha competencia. Es el caso de Estados Unidos, Japón y Corea, países que lideran el despliegue de infraestructuras de acceso de nueva generación. En el caso Europeo, con 500 millones de habitantes, la tendencia hacia una armonización regulatoria centrada en la competencia en infraestructuras y la existencia de un mercado único, incentivarían la inversión en redes de acceso de nueva generación permitiendo un rápido desarrollo de la banda ancha en Europa. Esta "americanización" de las telecomunicaciones Europeas produciría, así mismo, un proceso de consolidación de los principales operadores con la consecuente eliminación de los alternativos más pequeños, disminuyendo el número de agentes en el mercado Europeo como consecuencia de fomentar la inversión en infraestructuras. Sin embargo, para el caso Europeo, un marco regulador homogéneo no resulta suficiente, sino que es necesaria una política común de apertura real de las fronteras, que incentive la inversión en infraestructuras de banda ancha y que fomente la consolidación de la industria Europea. En nuestra opinión, dicho impulso debe provenir no del elemento regulatorio, sino del elemento político y gubernamental de la Unión Europea, poniendo en marcha los mecanismos necesarios para realizar la evolución hacia un mercado único. De lo contrario, la existencia de situaciones y problemáticas nacionales distintas, puede desembocar en la fragmentación del mercado de banda ancha Europeo en 27 mercados nacionales, donde cada uno de los cuales podría implementar diferentes soluciones para afrontar el desafío de la nueva generación de infraestructuras de acceso, permitiendo una mejor adaptación a las peculiaridades tanto de mercado como normativas de cada país. Sin embargo, la existencia de distintas condiciones de mercado, unido al hecho de una definición de mercados geográficos diferente en cada país, agudizarían notablemente las diferencias entre los distintos mercados Europeos, dando lugar a incentivos e iniciativas de despliegue muy poco homogéneas en Europa y, por tanto, dificultando el proceso de consolidación de los agentes y operadores Europeos. Podemos decir por tanto, que la banda ancha Europea se encuentra en una encrucijada de caminos y corresponde a los gobiernos, reguladores sectoriales y a los distintos agentes decidir qué dirección seguirá en los próximos años, hacia la fragmentación en mercados nacionales o una transición hacia los "Estados Unidos de Europa". En el horizonte se vislumbra el reto de las nuevas infraestructuras de acceso a la sociedad del conocimiento, y la forma de solventarlo incidirá notablemente sobre el crecimiento, productividad y competitividad de las economías Europeas. A pesar de los grandes incentivos que una armonización regulatoria y la apertura de los mercados podrían proporcionar, parece poco probable que vaya a llevarse a cabo en los próximos años, manteniéndose un conjunto de mercados nacionales que si bien se adaptan mejor a las problemáticas de cada país, pueden estar desaprovechando las importantes sinergias de un mercado único de 500 millones de habitantes. Jorge Pérez Martínez - Catedrático de la ETSI Telecomunicación (UPM) Arturo Vergara Pardillo - Investigador de doctorado (UPM)