La energía sin cables ya es una realidadEscrito por Jose Manuel Huidobro el 11/10/2016 a las 20:09:045173
(Ingeniero de Telecomunicación y Doctor en Derecho) En los casos en que los cables de interconexión son inconvenientes, peligrosos, o resulta imposible tenderlos, la transmisión inalámbrica de energía es útil. El problema difiere del de las comunicaciones inalámbricas, tales como la radio, ya que, en éstas la proporción de la energía recibida se convierte en crítico sólo si es demasiado baja para que la señal se distinga del ruido de fondo, mientras que con la energía sin cables, la eficiencia es el parámetro más significativo, pues una gran parte de la energía enviada por la planta de generación debe llegar al receptor o receptores para que el sistema resulte económico.
Aunque la idea puede parecer futurista, no estamos hablando de algo de nueva invención, pues ya el ingeniero y visionario Nikola Tesla, afincado en Estados Unidos, había propuesto teorías de transmisión de energía sin conductores de cobre hacia 1900, siendo espectaculares las demostraciones en su laboratorio de Colorado Springs (EE. UU.), en las que era capaz de encender bombillas a varios metros de distancia de la fuente de energía, sin la necesidad de cables.
Desde entonces, los investigadores han desarrollado varias técnicas para transportar electricidad a largas distancias sin necesidad de cables. Algunas existen solamente como teorías o prototipos, pero otras ya están en uso en la actualidad y, así, por ejemplo, los usuarios de cepillos de dientes eléctricos disfrutan cada día de las maravillosas ventajas de esta tecnología. Este accesorio de uso doméstico tiene implementado un método de transferencia de electricidad a través de acoplamiento inductivo sencillo, que sirve para recargar la batería que mueve su motorcito. También podremos recargar nuestros móviles, tabletas o cámaras de igual manera.
La forma más común de transmisión de energía inalámbrica se lleva a cabo, a corta distancia, utilizando la inducción directa, seguido por inducción magnética resonante y, a larga distancia, la radiación electromagnética en forma de microondas o láseres. Así, la mayoría de los enfoques para hacer realidad esta tecnología hacen uso práctico de campos electromagnéticos de cierta frecuencia como el medio a través del cual se transfiere la energía, pero también es posible transmitir energía sin cables con métodos considerados de “no radiación”: la operación de un transformador puede considerarse como una forma de transferencia de energía inalámbrica, ya que utiliza el principio de inducción magnética para transferir energía de una bobina primaria a una secundaria sin una conexión eléctrica directa.
Se puede afirmar que el uso de la transferencia de energía inalámbrica, la energía sin cables, estará presente en muchas áreas de la vida en los próximos años. Así, pues, la energía transportada de manera inalámbrica es una opción a considerar en aquellas situaciones donde el cable de cobre es impracticable.
El principal problema que plantea la transferencia de energía inalámbrica es su eficiencia, la cual disminuye en proporción inversa a la distancia entre la fuente y el dispositivo; también, se plantea un cierto rechazo por parte de los usuarios, ante el temor de que este método pueda ser perjudicial para la salud. Sin embargo, los más optimistas de esta tecnología aseguran que el futuro traerá niveles de eficiencia iguales o incluso superiores a los del cobre y que no existe riesgo alguno. José Manuel Huidobro Ingeniero de Telecomunicación |