La identidad móvil, un reto colectivoEscrito por Oscar Pallarols el 29/09/2015 a las 18:01:134017
(Smart Living Director) Uno de los nuevos paradigmas derivado de la penetración de los dispositivos móviles es la convergencia del mundo de los servicios físicos y digitales. Me refiero a los usos que le damos al smartphone en nuestro día a día, ya sea en el mundo físico para acceder a espacios, realizar pagos en tiendas o viajar en transporte público o en el mundo digital para publicar en redes sociales o hacer transferencias en banca electrónica. Dentro de esta confluencia entre lo analógico y lo digital, una de las grandes oportunidades a la que nos enfrentamos, en el sentido más estimulante del concepto, es el desarrollo de la identidad móvil, o mejor dicho de la identidad en el móvil.
Se trata de la integración segura en el móvil de nuestras credenciales físicas – DNI, pasaporte o la tarjeta de fidelización de supermercado- y de las credenciales digitales– cuentas de los perfiles en redes sociales, cuentas de correo electrónico, perfiles de banca online-. Dicho de otro modo, la identidad móvil es la agrupación y virtualización en el móvil de los atributos que identifican unívocamente a una persona en el mundo físico y digital.
El impacto real de los móviles en nuestra vida cotidiana, “analógica” o “física”, ha sido la eliminación en nuestros bolsillos de libros, mapas, calculadoras, linternas, walkman, cámara fotográfica,…..y en breve, con la implantación del servicio de identidad móvil, será por fin la eliminación de la cartera. Con la aparición de los wallet de los operadores móviles pensamos que esto iba a suceder unos años atrás, pero realmente no fue así, por muchos motivos. Todo apunta que en un plazo relativamente corto, gracias a servicios “enabler” de identidad móvil finalmente viviremos la virtualización de toda nuestra cartera, desde las credenciales físicas como el DNI hasta las smartcard como tarjetas de crédito, títulos de transporte y un sinfín de tarjetas de fidelización de retailers, compañías aéreas, clubs deportivos,…. De esta forma el smartphone se convierte en el dispositivo de identidad seguro, privado y de confianza así como el gestor único de nuestras identidades online y offline.
Para entender este impacto, entendamos a ese ciudadano hiperconectado del que tanto hablamos, de media, gestiona 20 cuentas de identidad digital –correo electrónico, cuenta de banca electrónica, accesos a servicios corporativos, perfiles en redes sociales…- y valoren con qué rigor se toma los temas de seguridad y privacidad, cuando la mayoría de sus claves son repetidas. Y peor aún, según SplashData, la contraseña “123456” es la más utilizada a nivel mundial, seguida por “password”. Aunque parezcan anecdóticos, estos hechos prueban que respetamos poco nuestra identidad digital, por contra, todos guardamos nuestro pasaporte con mucho recelo y en un sitio seguro para cuando lo necesitemos. Ante esta situación, la identidad móvil es una solución segura, transversal, que elimina la gestión de infinidad de contraseñas y que además es intrínseca a un elemento que ya es inseparable de la condición humana, el Smartphone.
Para una Administración Pública existe una oportunidad real de generar una complicidad con la ciudadanía implantando un servicio de identidad móvil porque el beneficio directo para el ciudadano es muy claro e impacta en su día a día. Empezando por servicios de autenticación (mediante contraseñas de un solo uso o validaciones biométricas) hasta la firma electrónica de documentos para gestiones más complejas, especialmente para determinados grupos de ciudadanos. Este recorrido habría que hacerlo acompañado con otros agentes como el sector de la banca o el los operadores móviles, entre otros y pensando siempre en un censo extendido que contemple los datos de contacto digital con el ciudadano, con su consentimiento. Algunos países europeos ya están trabajando en esta línea con resultados positivos.
Estonia es el país más digital de Europa, fruto de una visión estratégica de su gobierno y de la complicidad con agentes clave del ecosistema. El país báltico cuenta con una amplia oferta de servicios que emplean la identidad móvil para registrar empresas, solicitar un préstamo o firmar contratos legales. En Finlandia, un servicio parecido nace de un acuerdo entre los operadores móviles y también se extiende a servicios de todo tipo. En Noruega, quién lidera es la banca. Turquía es un referente en firma móvil, por necesidad, porque la firma es un requerimiento muy extendido en la mayoría de trámites.
La implantación de la identidad móvil representa un reto excepcional. Responde a una demanda ciudadana, y su impacto transversal revertirá en la mejora de nuestro día a día. Creemos firmemente que en el ámbito de la Mobile World Capital Barcelona existen unas condiciones y contexto únicos entre el sector público y privado para avanzar en este camino y posicionarnos como sociedad referente en el despliegue de un servicio transversal de identidad móvil para acceder a todo tipo de servicios, físicos y digitales
Mobile World Capital ha elaborado un informe de identidad móvil en colaboración con GSMA, Accenture, Mobile Knowledge y T-Systems donde se recogen los principales retos y tendencias en este ámbito. Puedes descargarlo en el siguiente enlace:
Oscar Pallarols, Director de Smart Living de Mobile World Capital Barcelona
|