La Sociedad de la Información en EspañaEscrito por RAMON PALACIO el 03/10/2007 a las 10:26:572065
(Ingeniero de telecomunicación y vocal consejo de dirección de civicai.cat) Las tecnologias de la información y de la comunicación (TIC) son revolucionarias en el sentido que posibilitan un aumento significativo de la productividad en los procesos empresariales, tanto en las relaciones internas (agenda, directorio, trabajo cooperativo, ...) como en las relaciones externas (e-mail, e-comercio, e-factura, ...) También han producido un cambio en las relaciones sociales (vg. teléfonos móviles, chats por Internet, blogs, ?), que se aprecia sobretodo por su incidencia en los más jóvenes. Tanto es así, que en todas las estadísticas de uso de las TIC, la variable con mayor dispersión es la edad. Hay, por supuesto, diferencias en el uso de las TIC entre distintos países, territorios, niveles de estudios, clases sociales, géneros, zonas urbanas o rurales, etc., pero la mayor variabilidad se produce en el uso según la edad. En España, la curva de utilización de Internet empieza con un 80% de los pre-adolescentes, sube casi al 100% de los adolescentes, y empieza a bajar a partir de los 20 años, con un 50% de la población de cuarenta y pocos, y hasta un insignificante 2% de los mayores de 70 años. Esta incidencia de la edad en el uso de Internet forma parte del proceso revolucionario. Quien entra, ya no sale. Día a día, la red, la world wide web, será más tupida, y nos cubrirá a todos. Por supuesto que variarán los hábitos, las aplicaciones y las posibilidades. Pero la revolución de la globalización de la información, del p2p de la comunicación audiovisual, de la compartición de conocimiento, es imparable. Hay países que están aprovechando bien esta oportunidad, basta citar a algunos del este asiático (Singapur, Korea, ?), los propios USA, los países bálticos, pero Europa central y meridional está reaccionando lentamente. Y, en su conjunto, la Unión Europea (UE-15, UE-25, UE-27) no es capaz de liderar el proceso de cambio, Ni los esfuerzos de la Agenda de Lisboa, ni los de la i-2010 van a conseguir el objetivo que Europa sea la economía más dinámica y competitiva del mundo, basada en el conocimiento, con un desarrollo económico sostenible, y con mayor cohesión social. Es cierto que en España hacemos esfuerzos importantes, pero parece que los poderes públicos todavía no son conscientes de la magnitud del cambio. Cuando tenemos unos miles de millones de euros de superávit presupuestario, la sociedad de la información y su consecuencia, la economía del conocimiento, no aparece entre las prioridades. No hay recetas mágicas, pero hay reglas muy claras de actuación: 1.- invertir en educación, humanística y científica, en la escuela, la universidad y la formación profesional. Más matemáticas. 2.- invertir en cultura global, en conocimiento de lenguas, en erasmus, en movilidad. Más inglés. 3.- utilizar las TIC para proporcionar servicios (reales) de información y de actuación con las Administraciones Públicas. Es ridículo y muy caro pagar una baja médica y retrasar tres semanas una rehabilitación en la Seguridad Social, por enviar los papeles ?a mano? (caso real) 4.- Crear un marco estable que facilite la inversión de los operadores de infraestructuras (complejo por la interrelación de los diferentes actores: Comisión Europea, Gobierno español, directivas del Parlamento y del Consejo europeos, regulador español, CCAA, ordenanzas municipales, etc.) En resumen, legislar, educar y actuar. El tren está pasando ahora, y la oportunidad hay que aprovecharla ahora. |