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Las masas del futuro

Escrito por Albert Alexandre Martin el 25/07/2007 a las 19:04:43
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Desde pequeño siempre he sido un gran amante de las masas. De hecho creo que está integrado en la misma naturaleza humana el sentir afección o por lo menos curiosidad por las grandes aglomeraciones de algo. Ya sea en aquel mundo al cual el ojo de los hombres y las mujeres no puede llegar, como en las estructuras atómicas, o ya sea en el espacio, en el cual, habitan cuerpos celestiales de envergadura gigantescas, todos los elementos tienden siempre a agruparse alrededor de aquellas individualidades de mayor tamaño. El mundo animal no está exento de tal silogismo. En el profundo océano se desplaza majestuosa la ballena, el animal de mayor tamaño de nuestro planeta. A esta siempre la acompañan una camarilla de peces menores que se ocupan de eliminar los parásitos que el gigante azul apadrina en su cuerpo. Creo que no hacen falta más ejemplos que verifiquen lo que intento decirles. Los seres humanos buscamos siempre fascinados el refugio que nos dan las grandes masas. Sin embargo estas no son nada sin los mismos seres que las conforman. A lo largo de toda nuestra historia, los hombres y mujeres han imaginado diferentes métodos para agruparse y distintas significaciones para sus multitudinarias reuniones. Los grandes grupos más antiguos que podemos nombrar son los ejércitos. Millares de uniformes conformando un solo cuerpo que responde en una sola dirección y orden. Al ejércitos le ha precedido el pueblo que descubrió el poder que tenia unido. Millares de ciudadanos que armonizan muchas pasiones bajo la libertad individual. Seguidores de un mismo equipo, partidarios de un ideal que desfilan de forma pacífica después de un 11 de marzo de formato horrible o jóvenes bailando al son de unas pocas notas son momentos en que se erige el grupo por encima del ser. A mi que soy como bien he dicho al empezar este discurso un fan incondicional de las masas, que me siento un pluralista, que prefiero un buen dúo a un solista, que me emociono cuando por una de las calles más concurridas de mi ciudad todo el mundo ha decidido entonar un canto coral que dice no a la guerra, me urge hablarles de la nueva amalgama humana, de la masa del futuro. Se trata de lo que han denominado los expertos Campus Party. En ella miles de usuarios con sus ordenadores se desplazan a un mismo emplazamiento para compartir conocimientos y trucos relativos al mundo de las computadoras. En una de estas conglomeraciones de cibernautas se pueden llegar a reunir un numero de persona relativo a las miles. Sin ir más lejos hace unas semanas en la carpa de Movistar del Forum de Barcelona se reunieron 1300 personas. Por otro lado durante los veranos valencianos se produce una de las Campus Party más significativas a nivel mundial. Tales reuniones son por lo que respecta a la edad cada vez más eclécticas ya que llegan a cada edición a un volumen mayor de la población. Una vez explicado el fenómeno debemos hacer las reflexiones pertinentes. Desde mi humilde punto de vista lo que hemos denominado como masa del futuro contradice la esencia de lo que antes hemos definido. El grupo, la asociación, congregación, comunidad, camarilla... debe estar unido por un contacto físico, uno debe de rozar con el que tiene al lado, oler el olor que desprende, en fin verle el rostro para poder sentir que forma parte de algo más allá de la estructura única! Esta nuevas agrupaciones bajo un falso anunció de colectividad esconden las formas de un individualismo muy profundo. Y es que con el mundo de las nuevas tecnologías el concepto de grupo bien entendido, es decir, la suma de personas en la cual hay cabida para las individualidades, esta desapareciendo. Hablamos de comunidad para referirnos a aquellos que sienten devoción por un mismo programa. Que gran falacia! En realidad son devotos que tienen una afición en común, no un grupo. En resumen no existe masa en un grupo de personas que en sus pantallas ven los mismos caracteres. La revolución francesa o la rusa, reelaboraciones fraguadas por grandes contingentes de la población, nunca se hubieran producido desde una plataforma virtual. Las nuevas tecnologías nos facilitan acciones, estos mismos actos sin la presencia física no existen.