Las Redes InteligentesEscrito por Albert Saenz el 14/01/2014 a las 20:29:075196
(Ingeniero de Telecomunicación) Aunque el concepto lleva más de diez años en boca de los profesionales poco ha llegado a los sufridos usuarios y pobres contribuyentes que ven día a día como su factura energética se incrementa. Añadir que la “renta per capita” debería contabilizarse en términos de energía consumida por habitante pues, en definitiva, es análogo a calidad de vida (mucho o poco dinero en Luxemburgo va a ser que no es lo mismo que en Etiopía).
Una somera visión de las instalaciones y tecnología a desarrollar para alcanzar el concepto de Red Inteligente predice una costosa y larga evolución con importantes desafíos en generación a gran y pequeña escala de energía eléctrica y de su transmisión y distribución.
¡Bien... pues centrado el tema a nivel coloquial, vayamos al meollo del asunto. Uno de los elementos fundamentales (sin ningún genero de dudas y poco conocido por el usuario final) es el MEDIDOR o contador de energía consumida (o producida), los cuales deben sustituir a sus obsoletos predecesores electro-mecánicos por un dispositivo electrónico inteligente con capacidad de comunicarse remotamente (por la nube de la Internet es el mejor sistema a día de hoy).
Originalmente, la razón más obvia para el cambio a la medición electrónica era que iba a reducir los costos de lectura de las compañías suministradoras de energía. Sin embargo, desde que se inició el despliegue de medidores inteligentes, estos han permitido hacer medidas de utilización y rendimiento, así como de la distribución geográfica y temporal, del uso de la red con un detalle infinitamente más preciso. Ese flujo de datos aporta información de los esfuerzos en la gestión de la infraestructura como de los de inversiones futuras en su modernización. Además están asumiendo un mayor número de funciones críticas que están mejorando el rendimiento integral de la red y su robustez frente a sucesos estresantes reduciendo además los tiempos de detección de fallos en el sistema.
El desarrollo de las redes inteligentes ha proporcionado un buen camino para la integración de instalaciones de generación distribuida en las redes de transporte y de distribución que fueron diseñadas para las plantas de generación tradicionales. La generación distribuida puede ayudar a reducir “las tensiones de capacidad” (las redes eléctricas no han tenido un crecimiento proporcional en su capacidad de potencia de entrega pues el uso de energía ha aumentado dos veces más que lo ha hecho la población mundial por obvias circunstancias. En casos severos de carga que supera su capacidad, las compañías han tenido que recurrir a apagones generando grandes inconvenientes a sus clientes residenciales y un enorme costo para los comercios e industrias) acortando las distancias de transmisión y proporcionando una mayor flexibilidad de abastecimiento tanto para la generación a gran como a pequeña escala (como son las pequeñas estaciones de biomasa, diesel-eléctrica, mareas, solar o eólica, con fuentes de energía de respaldo en sitios adyacentes a donde se encuentran sus cargas).
Lo mejor de las Redes Inteligentes es la enorme capacidad de ampliación de la coexistencia de los recursos energéticos. Desde unas instalaciones gigantescas (la mayor actualmente es la central hidroeléctrica China de Yangtze Three Gorges de 18,2 GW o lo que es lo mismo, 18.200.000 KW) hasta la de generación de pequeños paneles solares o generadores eólicos con una capacidad menor a los 10 kW, apropiados para residencias individuales y pequeñas empresas.
La evolución continuará en las Redes Inteligentes por largo tiempo con una amplia gama de desarrollos y de actores involucrados como son los propios bancos de pruebas y es ahí donde aparece una vez más la municipalidad.
Modelos en distribución como el que se quería hacer factible en una población que es perfecta para evaluar su despliegue por disponer solamente de entre 60.000 a 70.000 habitantes, lo que la hace mucho más manejable que no las grandes urbes donde "trajinar" se puede hacer caótico en ocasiones. En definitiva, se proponía colaborar estrechamente con una compañía de distribución con un alto grado de interés y deseo de competir con las grandes distribuidoras y empresas de software para alcanzar (en un plazo de 3 a 5 años) un modelo de ciudad mucho más sostenible desde el punto de vista energético y de Municipalidad Inteligente.
El simple cambio de una “compañía” por otra, incluía una serie de ventajas para el consumidor:
1. Cambio del MEDIDOR por uno inteligente sin coste alguno.
2. Medidor adaptado para lectura de los consumos de electricidad y del gas.
3. Doble tarificación diurna y nocturna en electricidad.
4. Lectura por medio de una simple página web de Internet del consumo y costo instantáneo de su vivienda o empresa, con detección y avisos (SMS o whatsapp) de fallos y alarmas de sobre consumos prefijables por el propio usuario o mediante ayuda de la compañía.
5. Acceso, mediante la misma pagina web, a estadísticas y descarga de históricos de consumo y costos.
6. Facturación remota pormenorizada.
7. Ahorro energético garantizado por el simple hecho de estar mejor informado.
En cuanto al Municipio, además, tendría un control global del consumo total de la población y, por supuesto, de todas sus propias instalaciones. Con carácter especial la de la iluminación pública que representa alrededor del 80% de su consumo mensual.
Además se proponía la instalación de una central de biomasa térmica para el aprovechamiento de sus residuos vegetales (parques, jardines, bosques,...) y una posible planta de cogeneración en su polígono industrial como reclamo de reducción de costes para las posibles empresas interesadas.
La red inalámbrica instalada podría dar ayuda al despliegue de videocámaras en las urbanizaciones (donde, además, se podría ir instalando paulatinamente pequeñas instalaciones de respaldo energético a bajo coste) y acceso a Internet en puntos de difícil acceso, así como poder mantener contacto continuo y gratuito a todo el personal del ayuntamiento, al de las empresas municipales y a los cuerpos de seguridad. Y un sinfín de cosas más que se hace prolijo enumerar ahora como por ejemplo son la movilidad eléctrica y el despliegue masivo de una red de sensores distribuidos por toda la ciudad para saber el estado de un sinfín de datos de relevancia para la ciudad y ciertos ciudadanos.
Para hacer todo ello posible, una vez más, hace falta voluntad política (y ahí se falla pues los que acceden al poder no saben ni de lo que hablamos y así “nos luce el pelo” con las energéticas, nuestras famosas facturas y muchas cosas más pero donde este no es el foro para exponer). Y, como no, hay que segregarse de los grandes opresores energéticos (que también es fácil imaginar quien los domina).
En definitiva, hay que cobrar conciencia de que la política es la que cambia las cosas y por ello "odiar" a las listas cerradas causantes sin duda de gran parte de todos nuestros problemas y males de nuestra sociedad (por supuesto que la corrupción está incluida entre ellos). Solo a aquellos que saben de “nuestros asuntos/problemas” y cumplen más con su programa, ¡deberíamos votar!
(Otro día hablaré de cómo gracias a la tecnología se hace factible presentarse a la sociedad como alternativa si las cosas las dejáramos cambiar.
Albert Sàenz Coromina (CCET n. 275)
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