Los vehículos eléctricos, por favor tomen notaEscrito por Antonio Elias el 28/04/2016 a las 17:00:209062
(Catedrático de la Universidad Politécnica de Cataluny (UPC)) C: - ¿Tiene “e-call”, llamada de emergencia, integrada? V: - por supuesto, y además dispone de “eco-ruta” optimizador de trayecto y estimación de autonomía. C: ¿puedo visualizar el estado en mi Smartphone o en mi smartwatch? V: - de momento es posible con cualquier dispositivo basado en Android 4.0. C: - ¿se puede personalizar el aspecto del reloj con widgets i apps personales? V: - Naturalmente C: - ¿proporciona indicación de carril para no saltarnos, por ejemplo, una salida? V: no sólo indicación de carril, también avisa de radares y puntos de interés. C: - Las actualizaciones de software y mapas ¿son automáticas o manuales? V: - Depende del modelo, en las últimas versiones son automáticas y por tiempo ilimitado. C: - y … ¿puedo controlar las funciones básicas GPS con comandos de voz? V: - Si, el sistema permite el uso de comandos de voz y además la mayoría de funciones también están integradas en los mandos del volante.
Este diálogo entre un cliente (C) y un vendedor (V) imaginarios, puede estar desarrollándose ahora mismo, no en una tienda telefonía móvil, sino en un concesionario de automóviles entre un vendedor habitual y un comprador “millennial”[1].
Para esta nueva generación de consumidores, las prestaciones electrónicas es lo que más les importa a la hora de comprar cualquier dispositivo, también un automóvil. La potencia, el tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h, el aire acondicionado, el cambio automático y los frenos ABS, se supone que ya los tienen optimizados e incorporados todos los vehículos, el diferencial entre ellos son las prestaciones electrónicas con todos sus matices.
Lo que empezó en 1974 con el “encendido electrónico” y que durante 40 años ha ido incorporando diferentes sensorizaciones, monitorización, optimizaciones y cada vez más elementos de ayuda, seguridad y confort para el conductor y ocupantes, parece que está culminando ahora con la substitución del motor de combustión por el motor eléctrico, mucho más limpio, simple (elimina el cambio de marchas) y eficiente (tiene un rendimiento entre 3 y 4 veces mejor que el de combustión).
Todo esto representa un importante cambio de entorno económico en el sector automovilístico, tanto la importancia de las prestaciones electrónicas a la hora de decidir la compra de un vehículo, cómo la imparable substitución del motor de combustión por el motor eléctrico. Según datos de ANFAC [1], la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, los vehículos eléctricos continúan “enchufados” en el mercado. En Febrero de este año experimentaron un crecimiento del 213,58% con 254 unidades vendidas. En los dos primeros meses del año, alcanzan un volumen de 496 unidades, con un incremento del 204,29%. Es decir: En dos meses prácticamente se han vendido una cuarta parte de los vehículos eléctricos que se vendieron en todo el año 2015. A nivel mundial, Tesla Motors parece que en 2015 vendió más de 55.000 unidades de vehículos completamente eléctricos [2].
Aparte de la electrificación de los vehículos, tenemos la automatización de los mismos, el conductor cada vez tendrá más asistencia técnica en la conducción y en poco menos de una década, todo parece indicar que el automóvil será un ordenador con ruedas con capacidad para transportar personas.
El proyecto CityMobil2 [3] de la Unión Europea, que se está llevando a cabo en San Sebastián, dispone ya de tres autobuses urbanos completamente automatizados, que realizan la ruta del Parque Científico y Tecnológico de Guipúzcoa, 2 kilómetros de recorrido con 10 paradas. Las tres unidades en circulación están monitorizadas por wifi y dotadas de un sistema de guiado de alta precisión que permiten transportar 10 personas cada una y alcanzan una velocidad máxima de 12 km/h. Sin duda, es un primer paso, pero no cabe ninguna duda de que en pocos años veremos cada vez más vehículos autónomos circulando por las calles. Las grandes compañías automovilísticas y los gigantes tecnológicos trabajan a toda velocidad. Google, por ejemplo, tiene sobre el asfalto de Silicon Valley una flotilla de coches que se manejan solos gracias a un enjambre de sensores y radares.
Tanto el coche privado como el transporte público, van a vivir innovaciones devastadoras que van a revolucionar la forma de viajar de las personas. Las smart cities harán la vida más fácil a sus habitantes si por ellas circulan vehículos inteligentes que no contaminen, agilicen el tráfico rodado y ahorren energía. Además, todos los estudios indican que esta manera de circular es más segura, de modo que se reduciría la siniestralidad y habría menos muertos en la carretera.
Ante este cambio inminente y sostenido de los vehículos de transporte, deviene urgente la adaptación de las infraestructuras que este nuevo entorno tecnológico requiere. La conjetura Sistema-Entorno [4], lo presenta muy claro, ante un entorno cambiante, un sistema que quiera sobrevivir, o se anticipa y adapta o aumenta su complejidad.
En algunos aspectos, por ejemplo los legales, la adaptación puede hacerse de forma relativamente rápida si se tiene muy claro el objetivo a conseguir; habrá que regular las vías susceptibles de ser usadas por los vehículos sin conductor, los conflictos, que sin duda aparecerán, entre coches sin conductor con los coches con conductor, prioridades, conflictos con peatones, averías y disfunciones, imaginemos un vehículo sin conductor que, de repente, por una disfunción, se queda sin energía en medio de una calle, las licencias de conducción, etc.
El sector de los seguros se adaptará pronto, y las haciendas locales y autonómicas deberán hacerlo, como prácticamente desaparecerán las infracciones habrán de compensar la pérdida de ingresos con una nueva estrategia de impuestos por licencias y circulación.
Las infraestructuras legales se pueden acomodar con relativa prontitud, y a veces se requiere del conflicto imprevisto para ir ajustándolas. Sin embargo, las infraestructuras de servicio, abastecimiento, sensorización etc. las que facilitan que estas innovaciones sean una realidad y que son las más propias de la ingeniería hay que empezar a planificarlas ya.
En la tabla de la figura, se puede ver una estimación del consumo diario de energía eléctrica, en kWh/día, que debería disponer la provincia de Barcelona si la mitad de sus autobuses, automóviles, camiones y furgonetas, censados en el año 2014 [5], estuvieran equipados con motores eléctricos
Según la revista NE (Nuclear España) [6], la central nuclear de Vandellós II genera anualmente unos 8.000 GWh, eso quiere decir una media de 22 GWh/día.
La conclusión no puede ser más alarmante: si la mitad del parque móvil de la provincia de Barcelona incorporara un motor eléctrico en lugar del motor de combustión, se necesitaría la producción de energía eléctrica de dos centrales nucleares como la de Vandellós II para abastecerlo.
Probablemente, más pronto que tarde, vamos a tener la mitad del parque automovilístico equipado con motores eléctricos, la cuestión es: ¿Estamos haciendo algo para adaptarnos a este nuevo entorno energético?, las infraestructuras de distribución y aprovisionamiento no se improvisan, requieren una planificación y un despliegue que, dada la magnitud que prevemos, va a requerir algunos años. Por otro lado, toda la señalización, especialmente los semáforos, diseñada para una conducción humana, habrá que complementarla, para hacerla más eficiente, con radiobalizas que faciliten la circulación de los coches sin conductor, especialmente los de servicios de urgencias: ambulancias, bomberos etc.
La electricidad es una forma de energía, un vector de transporte, no es una fuente energética, la generación puede ser nuclear, térmica, hidráulica, eólica, por células fotovoltaicas etc., es muy posible que el combustible fósil que ahora gastamos de forma distribuida en cada motor de combustión, en un futuro próximo se gaste en producir electricidad en centrales térmicas, pero estas centrales habrá que construirlas, o habrá que desplegar otra línea de muy alta tensión (MAT) para traer energía eléctrica, de origen nuclear, generada en Francia, en cualquier caso la planificación de la distribución y el aprovisionamiento no se puede demorar más.
Como sociedad tecnológica avanzada o empezamos a diseñar las infraestructuras de servicio para los vehículos eléctricos automatizados o tenemos menos futuro que una autoescuela.
Antoni Elias Fusté Abril de 2016
[3] http://elpais.com/elpais/2016/04/09/opinion/1460215333_690670.html [4] http://es.slideshare.net/eliasfuste1/system-environment-conjecture [5] http://www.dgt.es/es/seguridad-vial/estadisticas-e-indicadores/parque-vehiculos/series-historicas/ [6] Revista NE Nuclear España. nº 338. Marzo 2013 [1] Millennials: Cualquier persona que haya nacido entre 1981 y 1995. Los millennials son una nueva generación de ciudadanos que se maneja de forma natural en el entorno TIC; redes sociales, películas y televisión online, música digital, teléfonos inteligentes … Se caracterizan, también, por una nueva forma de entender el consumismo, y por haber recuperado el compromiso social y político que parecía haber desaparecido. Manifestándose a través de redes sociales y medios digitales, los miembros de esta generación no dudan en dar su opinión y en refrendarla a la hora de votar.
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