Macquarie y el cobre de TelefónicaEscrito por Miquel Ramirez el 01/02/2022 a las 17:27:552150
(ex-Vicepresident Associació Catalana d'Enginyers de Telecomunicació) Telefónica ha vendido parte de su red de cobre al fondo de inversión australiano Macquarie. Aunque en un principio se especuló con que Macquarie adquiría la red ADSL de Telefónica (unas 800.000 línea entre las operadas directamente y las que utilizan su cobre) para evolucionarla a fibra. La realidad, al parecer, es que el fondo solo compra los cables que vayan quedando sin servicio en el paso de cobre a fibra, que Telefónica espera completar en 2024, para lo cual tendrá que “apagar” el cobre de 7000 centrales de las 8500 que contaba históricamente.
Telefónica que hasta la fecha había recuperado y vendido el cobre de sus centrales, se ha cansado de su papel de chatarrero y ha iniciado un proceso de venta de sus residuos de cobre y materiales ligados al mismo (repartidores … etc).
La estructura de la red de cobre es similar al sistema arterial del cuerpo humano, del corazón, la central, salen grandes arterias, cables de cobre que pueden llegar hasta los 2400 pares, y que se van dividiendo hasta el par que sube por la fachada de nuestras casas y llega hasta nuestra vivienda terminando en llamado punto de terminación de red, PTR en argot, que marca la frontera entre el Operador y el cliente.
El problema que puede aparecer es que el tramo final de la red de cobre, el que pasa por nuestras fachadas, ¿de quién será?, porque en este baile de propiedades es posible que no se desmonte, por su escaso valor (pesa poco) y exige un tiempo de trabajo superior a la recuperación de cables de centenares o miles de pares que están enterrados en conductos subterráneos. Los postes que soportan hilos de cobre, usuales en el medio rural tendrían una consideración parecida.
Si esos activos no se desmontan, afeando calles y fachadas, ¿a quién nos quejaremos?, ¿a Macquarie? Si Macquarie presionado por alcaldes y otros poderes públicos, acomete la tarea y a fin de optimizar costes provoca una situación en la que el remedio es peor que la enfermedad, porque la red de fachada se soporta en clavos y tornillos relativamente grandes que pueden dejar efectos muy poco estéticos en las fachadas y la mano de obra requerida es relativamente elevada, ¿quién responderá? Las cajas terminales colocadas en fachadas, terrados y patios interiores serán otro elemento de discordia porque muchas son de plástico o hierro de poco valor.
El acceso de la red de Telefónica por fachada corresponde a un derecho de paso que hubo que habilitar para poder instalar el servicio telefónico en nuestras casas y empresas. La reglamentación que obligaba a los promotores inmobiliarios a instalar elementos de red en las viviendas de nueva construcción es relativamente reciente y la mayoría de nuestros hogares son anteriores a la misma.
Estamos ante una oportunidad de mejorar la estética de nuestras fachadas que no debería verse afectada por operaciones financieras. Los poderes públicos deben vigilar que no se diluyan responsabilidades y que sea Telefónica, Macquarie o cualquier otro actor, tengan normas de actuación claras y seguros de responsabilidad civil que corran con los posibles desperfectos. |