Mover los drones con la menteEscrito por Carles Martin Badell el 18/06/2019 a las 19:18:453779
(Director Tecnonews) Si analizamos la educación que le damos a los menores, veremos que ha ido variando en los últimos tiempos.
Se ha ido modificando sin duda al ritmo que han ido marcando los norteamericanos. Evidentemente la capacidad y poder mediático de ese país está a años luz de los europeos.
El estándar de películas es el americano, el estándar tecnológico es también el americano y como no podía ser de otra manera el educativo –muy ligado a la tecnología- también.
El aprendizaje muy inmediato y sólo de imágenes nos viene del sistema de aprendizaje americano. Decíamos hace tiempo y lo corroboraban las encuestas, que los niños americanos sabían poco de geografía, nada de historia y muy poco de cultura general frente a lo que sabían los niños europeos. Desgraciadamente la cosa se ha igualado por abajo y nuestros niños tienen, también ahora, pocos conocimientos.
Nuestros menores se han especializado en temas muy concretos. Han adquirido nuevos conocimientos que las personas mayores conocen muy poco. Las competencias digitales son habilidades que adquieren los más pequeños desde el inicio de la escolarización, y los niños de hoy saben manejar las herramientas informáticas e internet de una forma sorprendente. ¿Para qué les sirven los conocimientos si los pueden encontrar per internet? Es la típica pregunta que se hacen los padres y a veces los profesores.
No obstante Esta falta de conocimientos generales puede dar una imagen poco crítica del mundo y una idea fuera de contexto de lo que ocurre en nuestro mundo de hoy. Si duda son habilidades necesarias, pero debería añadirse esa contextualización.
Esas habilidades son además temporales. Son necesarias ahora pero en un futuro serán diferentes.
Hace unos días leía un artículo de una persona que explicaba que había pilotado un dron con su mente. La primera recomendación, que recibió del especialista después de colocarle los electrodos de control, fue que relajara su mente. A continuación, cogió una Tablet, y le indicó que debía pensar una palabra insistentemente, algo como UP, UP, UP continuadamente, pero podría haber sido otra como mes, silla, etc.. Vio como esa orden se traducía a una especie de ondas cerebrales en la Tablet. Esas ondas cerebrales se convertían en un algoritmo y así cada vez que esa persona pensaba en esas palabras, el dron subía. Evidentemente no al principio si no después de un entrenamiento.
Dos conclusiones de esta breve experiencia, la primera es que el aprendizaje que tendremos que hacer en el futuro será muy distinta. Tendremos que aprender a manejar nuestra mente y nuestros pensamientos. Mover el mouse, la pantalla o incluso la voz puede quedar obsoletos si aprendemos a manejar nuestros pensamientos.
La segunda es que quizás en un futuro desarrollemos una manera de comunicarnos diferente o lo que es peor, las máquinas podrán leer nuestra mente sin necesidad de poner electrodos… Es una cuestión de tiempo.
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