Actualizado el 19/11/2024
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NNTT y la enseñanzaEscrito por Ander Chamorro el 08/10/2013 a las 14:42:434128
(Profesor Agregado de la UAB) Comienza un nuevo curso y volvemos a asistir a la proliferación de artículos de prensa y programas de televisión dedicados a ofrecer consejos para padres con hijos en edad escolar. Un año tras otro siguen apareciendo preocupaciones entre los padres, lo que es razonable: la elección del centro educativo tendrá implicaciones en su desarrollo. Junto a estas preocupaciones “clásicas” no es de extrañar que uno de los temas emergentes sea el de la tecnología.
Los padres ven con preocupación que casi no pueden seguir la evolución de la tecnología (en el mejor de los casos), y se encuentran con que en los centros educativos se les muestra el equipamiento tecnológico y el uso de las NNTT como uno de los argumentos a la hora de decantar la elección de centro.
El caso es que en algunos de estos artículos he detectado que se apuesta por los tablets como la tecnología más común en las aulas los próximos años. No me sorprende, aunque pueda parecer un poco snob en plena crisis. Muchas escuelas han experimentado con las pizarras digitales, que son táctiles, y la experiencia de introducir los netbooks en las aulas de secundaria ha permitido madurar en el uso de las NNTT en el aula. Otro dato interesante es que, según un estudio acabado de realizar en Barcelona sobre más de 5000 alumnos de secundaria, el 98% tiene ordenador en casa y el 90% usa móvil. Es decir, que la escuela, los institutos y los niños y adolescentes están familiarizados con la tecnología y en algunos de sus usos evolucionan en su uso al mismo ritmo en que ésta está disponible. Piense el lector en qué tipo de móvil usa la mayoría de las personas con las que relaciona, ¿es un smartphone táctil?
A mi juicio, los centros educativos, los profesores y los alumnos están evolucionando y buscando soluciones para integrar las NNTT en la enseñanza. Algunos de los usos actuales, como el uso de moodle, la convivencia de los libros de texto y los netbooks, o el creciente uso de aplicaciones como google drive para compartir materiales y actividades, ponen de relieve que la escuela no se queda atrás. Por el contrario, creo que las familias corren el riesgo de quedarse descolgadas de este proceso y que expresan su preocupación pero no participan en el proceso de educar a sus hijos en el uso de las herramientas básicas del nuevo siglo. Es curioso, los padres pueden preguntar a los educadores si han de regular el tiempo que su hijo dedica a jugar en la consola, pero al mismo tiempo les compran un smartphone con tarifa plana de voz y datos. ¿No tendríamos que preocuparnos más de educar a los padres?
Andrés Chamarro
Departamento de Psicología Básica, Evolutiva y de la Educación
Universidad Autónoma de Barcelona
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