Actualizado el 17/12/2024
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Nuevos vientos en el Sector de las TelecomunicacionesEscrito por Fernando Ballestero el 16/06/2010 a las 00:00:512235
(Secretario General) No hay que ser un experto en navegación para saber que para poder llevar a buen destino un barco de vela, no importa su tamaño, es necesario saber que vientos soplan y con que fuerza, distribuirse los pesos y las funciones dentro del navío, y con esas premisas dirigir el timón adoptando los cambio de dirección necesarios para llegar al destino que se persigue. Si miramos el sector de las telecomunicaciones hoy como un barco en el que estamos todos, operadores, generadores de contenido, fabricantes de equipo, y administraciones públicas, podemos preguntarnos si realmente estamos llevando bien el barco entre todos. Es claro que soplan nuevos vientos en el sector, y de manera muy intensa, como siempre sucede con las TIC's, y se está conformando una nueva realidad. Cada vez desaparecen más las barreras entre telecomunicaciones e informática. En el 2009 se vendieron más de 150 millones de Smart Phones; se estima que en el 2015 la cifra sea de 800 millones. La creciente importancia de las data card, los e-books, los netbooks, etc... hacen que el tráfico en las redes cambie. Ya es casi historia el debate sobre convergencia fijo móvil. Hoy nos enfrentamos a un nuevo mundo, un mundo hiperconectado, con TV en móvilidad, la VoIP, las redes sociales, y un desarrollo creciente de nuevas aplicaciones cada vez más personalizadas a las necesidades de cada uno. Todo ello sobre unas infraestructuras, fijas y móviles, que deben adaptarse a esa demanda creciente de capacidad. Si bien parece que todos tenemos conciencia de que esos son los vientos que soplan, aunque cada cual medirá la intensidad y las interacciones entre ellos según sus propios criterios, no existe la misma visión común en cuanto a cómo deben distribuirse los pesos y cuales deben de ser las funciones en las que debe concentrarse cada uno de los tripulantes. En los últimos tiempos hemos tenido claros ejemplos de falta de entendimiento entre agentes. Así, la falta de un acuerdo entre productores de contenidos y operadores en relación a la existencia en la red de un extenso acceso a contenidos a precios muy asequibles, como elemento clave para frenar la piratería; la falta de un acuerdo entre administraciones locales y operadores sobre la tributación local por la telefonía móvil; o la falta de acuerdo entre las administraciones locales y autonómicas y los operadores sobre los obstáculos existentes al despliegue de redes, entre otros, las autorizaciones y legalizaciones municipales sobre las instalaciones. Esto último es especialmente importante cuando estamos ante la necesidad de un gran despliegue de banda ancha móvil a lo largo de todo el territorio. Y cómo no mencionar el gravamen a los operadores de telecomunicaciones para financiar la televisión pública y que beneficia sólo a los operadores de televisión privada, que entre otras cosas no van en este barco sino que tienen el suyo propio. Si parece que todos tenemos claro el rumbo: no ya incorporar plenamente a España en la Sociedad de la Información, sino que nuestro país ocupe una posición de liderazgo en su desarrollo. Sólo así, podremos conseguir que ciudadanos, empresas e instituciones nos beneficiemos de las oportunidades que las nuevas tecnologías y las nuevas aplicaciones ofrecen. Ello contribuirá al crecimiento económico, al aumento de la productividad, a la mejora de la competitividad de España, y en definitiva al bienestar de todos. Si el rumbo lo tenemos claro y hay una cierta coincidencia en cuales son los vientos intensos que soplan, la clave está en lograr sin más demora espacios de encuentro en los que podamos garantizar una tripulación completa y coordinada que permita avanzar a toda vela. El reto está ahí y el tiempo cuenta. El que seamos capaces de desarrollar con fuerza este sector está en la mano de todos, y cada uno debe asumir la responsabilidad que le corresponde. El Gobierno de España debe hacer efectivas sus palabras de apoyo a un sector que contribuye indudablemente a la competitividad de nuestra economía. Es éste un sector netamente inversor, que aporta un gran valor, con precios decrecientes, al conjunto de la economía española. La tarea del Gobierno debe ser facilitar e incentivar esa inversión, no detraer fiscalmente más recursos a través de nuevas figuras impositivas. Aprovechemos el momento para revisar los procedimientos y trámites burocráticos y compartamos recursos para facilitar el despliegue. Es esta su labor fundamental: colaboradores necesarios en el despliegue de nuevas redes que principalmente redundará en el beneficio de sus ciudadanos. Los generadores de contenidos deben de adaptarse a los tiempos y pensar en modelos de negocio de venta en Internet, colaborando con operadores para que haya una abundante oferta a precios muy asequibles. Junto a todos esos tripulantes, los operadores tienen su innegable responsabilidad, de invertir y hacer fácil la vida a sus clientes, innovando y garantizando el acceso, bien fijo, bien en movilidad. Así, todos lograremos aprovechar estas nuevas oportunidades que tenemos delante. Y es que ...vamos todos en el mismo barco! Fernando Ballestero Secretario General ORANGE |
