PeretEscrito por JOSEP JOVER I PADRO el 26/05/2010 a las 00:35:062244
(Advocat i gestor de conflictes) Hace ya casi 35 años, al final de los 70, el que suscribe trabajaba de oficinista en una empresa cerámica. La empresa no pasaba por sus mejores momentos por causa de la primera crisis de la democracia y del ladrillo. Cerámicas Viladecavalls, por darle un nombre, vino a caer a manos de los llamados "salvaempresas". Así, de golpe nos encontramos con un nuevo gerente, formado el una de las más prestigiosas escuelas de negocios de Barcelona, que nos hablaba del concepto de calidad, del valor de la marca y del equipo y de trabajar por objetivos. También diversos asesores, expertos y auditores externos nos medían, analizaban y explicaban cómo tenia que gestionarse la empresa, desde todos los ángulos. Lo cierto, la verdadera realidad, es que la política predicada se convirtió, de entrada, en una reducción de sueldos de los entonces llamados "productores". La política era especialmente sangrante con un buen hombre, "Peret", para sus compañeros. Tenía más de 70 años y no veía el momento de retirarse. "Peret" era el comodín, conocía todos los diversos puestos de trabajo, y no sabía dar un no por respuesta. Hoy era fogonero de noche y mañana estaba en el taller. Al mediodía cargaba camiones (a mano, tocho a tocho) y por la tarde lo enviaban a limpiar los bidones de fuel. Allí donde se producía una baja... allí lo enviaban. No le importaba trabajar por las noches y casi siempre le caía el turno de fogonero de las 10 de la noche a las 10 de la mañana, que aceptaba con la mayor de las alegrías. En cambio, "Peret" era uno de los trabajadores peor pagados. Hasta yo, en un juvenil acto de rebeldía, un día le aconsejé que fuera a ver a un abogado acompañado del enlace sindical. El viejo y apergaminado hombre me sonrió lleno de ternura, y me dijo. "Mira Pep, el patrón me engaña en el sueldo, desde siempre que lo sé. Pero nunca, nunca, en el trabajo". Su análisis era mortal, la empresa entró aún más en barrena. Nada salía bien. Las previsiones jamás se cumplían y la maquinaria se estropeaba como nunca. Seis meses más tarde "Peret" se jubiló definitivamente y al cabo de seis meses más, Cerámicas Viladecavalls había cerrado. La moraleja de la historia es que no encontrarás calidad, si no estás dispuesto a pagar un precio justo por ella, por muchos controles que pongas. La figura de "Peret" me ha venido a la memoria al leer la publicación de la adaptación a Catalunya de la figura del TRADE (Trabajador Autónomo Económicamente Dependiente) el último de los contratos basura aprobados y una conferencia con varios "jefes de compra masterizados" que su única política es la de decir "hay otro que me lo hace más barato". Josep Jover |