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POR SUS OBRAS LOS CONOCERÉIS...

Escrito por Maite Arcos el 17/02/2010 a las 00:32:11
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(Directora General REDTEL)

Vaya por delante que considero lógico, incluso saludable, que los responsables políticos, en particular los relacionados con las políticas sectoriales, planifiquen sus agenda siguiendo criterios propios e independientes de los intereses que expresan las asociaciones representativas de cada sector. La visión de los que trabajamos en una asociación sectorial, probablemente, nuestra ponderación de los problemas y dificultades nace contagiada de una visión necesariamente endogámica, exenta de la necesaria visión de conjunto que el líder político tiene la obligación de evaluar y tomar en consideración. Lo que no acierto a comprender es cómo esa visión de conjunto, que no necesariamente ha de ser coincidente con las reclamaciones que las asociaciones empresariales expresan, puede conducir a una retórica totalmente divorciada de los hechos. Tal es el caso del sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Me explico. Por un lado todos, absolutamente todos los discursos, oficiales y oficiosos, que desde los poderes públicos se vierten sobre esta materia se sustentan en ciertas afirmaciones que se han convertido en reconocibles mantras que neófitos e iniciados repetimos. Me estoy refiriendo a cuestiones tales como la importancia estratégica de las redes de nueva generación, el potencial de las TIC para generar incrementos de productividad y su papel protagonista en el necesario cambio de modelo productivo que nos conduzca a un crecimiento de calidad, sostenible y sostenido...Eso por no hablar de las posibilidades del ya archiconocido papel de las TIC en su contribución a la eficiencia energética y la reducción de las emisiones de CO2. Se pueden discutir las cifras, pero nadie discute la afirmación. Y sin embargo, de forma inexplicable, en este contexto en particular, las palabras van por un lado y los hechos por otro. Me remito a algunas de las últimas iniciativas gubernamentales. Por un lado, a lo largo del 2009 hemos asistido a distintas iniciativas legislativas que sólo recurren al sector de las telecomunicaciones para "hacer caja" (financiación de RTVE, cine, etc). Se podría escribir mucho sobre los argumentos contrarios a incrementar las cargas financieras de un "sector estratégico y transversal". Esperemos que la opinión de Bruselas ayude a corregir. Pero quizá es más llamativo el caso de la Ley de Economía Sostenible (LES). El pasado 27 de noviembre el Consejo de Ministros informó favorablemente, en su primera versión, el Anteproyecto de la LES. Así, a priori, y para cualquiera que esté acostumbrado a escuchar los mantras mencionados, esperaría que todo el texto de esta trascendental iniciativa normativa estuviera impregnado de referencias a las TIC, dado su carácter transversal y motor de incrementos de productividad y eficiencia energética inducidos en todo el resto de los sectores productivos. Nada más lejos de la realidad. Las escasas dos páginas que este texto dedica a medidas específicas sobre el sector TIC (dejando al margen la mediática Disposición Final Primera que está acaparando todos los titulares) únicamente recogen una serie de iniciativas aisladas (no guardan relación con el resto de medidas) y en gran medida innecesarias (en buena parte ya habían sido, o estaban en proceso de ser aprobadas mediante otros instrumentos legislativos). Es sorprendente la total ausencia de referencias al sector TIC en la mayor parte del texto. Ni siquiera en la Memoria que acompaña el Anteproyecto de la LES se menciona este reputado, y por lo visto respetado, "sector transversal"; ni en lo que se refiere a los objetivos, ni en la enumeración de las proyectadas reformas que van a dirigirnos a la mayor sostenibilidad económica, medioambiental y social. Total ausencia de menciones. Perfecto desaire al sector TIC. Sorpresa que es aún mayúscula cuando se asiste a la presentación del Informe de la industria TIC al Gobierno español en el marco de la recién estrenada Presidencia europea. Por primera vez, el país que ejerce la presidencia rotatoria da voz a la industria TIC para escuchar sus preocupaciones y sus expectativas de futuro. Iniciativa ésta que aplaudo. Pero el acto contribuyó más aún a subrayar el divorcio entre el discurso y la realidad. Según la voluntad expresada en su discurso, el Gobierno ha establecido como objetivos de la presidencia europea en materia de Sociedad de la Información la creación de un marco adecuado para el despliegue de redes de nueva generación y el aprovechamiento de las TIC para generar ganancias de productividad económica y eficiencia energética! Y yo no puedo por menos que preguntarme ¿Por qué ninguna de estas cuestiones tiene reflejo en la LES? No dejemos pasar la oportunidad. Las intenciones son buenas, pero con las intenciones no basta. Hacen falta hechos. El modelo productivo no cambia sólo con discursos. La acción, el compromiso y la coherencia también deben formar parte de una política, que también necesitamos que sea más sostenible. Como diría Rick: "Siempre nos quedará ... la tramitación parlamentaria".