Actualizado el 26/11/2024
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¿Recuerdas tu primer tweet?Escrito por Joan Miquel Piqué el 06/05/2014 a las 21:38:472903
(Director de Maurilia Knowledge)  Yo tampoco lo recordaba, pero descubrí que twitter te manda amablemente en pocos minutos el contenido de todo lo que has publicado desde el día que creaste tu perfil hasta el momento en qué se lo pides. Increíble, que vértigo. En mi caso, casi 4 años de recorrido que van desde los titubeantes 30 tweets mensuales de 2010 hasta un máximo de 170 que publiqué en mayo de 2013. Una ya larga historia (para los volátiles tiempos que corren) que hasta ahora acumula 3.600 piezas.
Y después de todo este tiempo, sigo pensando que twitter sigue siendo una herramienta mucho más útil para aprender que para explicar. Porque sobretodo, para explicar con sentido debes obligarte a aprender, a absorber de personas (de emisores en general) con perspectivas muy diversas, con reflexiones muy sorprendentes, con la inmediatez y la brevedad de un sistema de comunicación dictatorialmente breve, casi tiránico, al que todos nos hemos acostumbrado a jugar hasta transformar nuestra manera de pensar para adaptar nuestros pensamientos a menos de 200 caracteres. ¿Recuerdan el mundo antes de los sms? Solo hace 20 años que se mandó el primero.
Porque la tecnología, más allá de las posibilidades técnicas que nos ofrece, tiene un componente fundamental para la empresa: nos plantea continuamente (sin un minuto de descanso) retos que nos obligan a aprender e innovar, a salir de nuestra zona de confort y buscar nuevas maneras, nuevas opciones. A entender esa tecnología y utilizarla para mejorar nuestro negocio (o descartarla), reflejando, de hecho, el nuevo paradigma económico en el que nos movemos.
¿No sienten que cada día tienen que aprender una palabra nueva? ¿No sienten que su empresa se ve obligada a incorporar rápidamente aquello que en la calle ya parece utilizar todo el mundo? Hace 10 años no existía facebook, hace 5 no existía whatsapp, y ahora ya hablan que los jóvenes están huyendo de la primera hacia la segunda (y hacia otras emergentes como la efímera y auto-destruible snapchat) para dejar mucho menos rastro electrónico.
Además de emprendedores, nos toca ser grandes “aprendedores”, siempre dispuestos a arriesgarnos a cometer errores para entender y avanzar. Mi primer tweet no fue el típico Hello World; directamente retwiteé un gráfico económico que me pareció muy interesante, aunque aun no sabía muy bien por qué lo estaba haciendo. Y ahí seguimos.
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