Resistir al 2013Escrito por Román Lantarón el 19/02/2013 a las 09:27:063764
(Román Lantarón Cuesta Presidente de Feceminte) Si bien es cierto el tópico “vence quien resiste”, no es menos cierto que cada vez se hace más difícil este propósito para las microempresas instaladoras e integradoras de telecomunicaciones, y también para la sociedad en general. Las pequeñas empresas de servicios, como las que forman parte de Feceminte (Federació Catalana d’Empresaris Instal·ladors de Telecomunicacions), están inmersas en una profunda crisis económica producida por la escasa demanda del consumidor y la nula aportación crediticia de las entidades financieras. El planteamiento final sólo permite seguir tres caminos: resistir, abandonar o progresar. En cualquier caso, ninguno de estos planteamientos es sencillo pero la mentalidad del empresario debe contemplarlas todas, analizarlas en profundidad y actuar en consecuencia. Resistir supone ajustar al máximo las estructuras, hasta la mínima expresión, según la propia realidad de cada uno, e intentar soportar el día a día lo mejor posible. Pero no es fácil y, además, hay que estar preparado, reconocer las condiciones originales que nos afectan como empresa y buscar un claro equilibrio con los recursos disponibles. Por otro lado, los empresarios no acostumbramos a valorar la opción de abandonar. O porque en el negocio se ha puesto toda la ilusión y patrimonio, o por una cuestión de amor propio, o sencillamente porque el cerrar una empresa se presenta muy costoso hoy en día. No obstante, hay que tener muy en cuenta que el objetivo principal de una empresa, por definición, es “generar beneficios” y que nunca deberían sobrepasarse los límites que puedan derivar en una ruina personal. Llegado el caso, el “cierre” no debe ser sinónimo de “fracaso” si no de recapitular y prepararse para nuevos desafíos. Y, a pesar de todo, la voluntad que nos mueve día a día es la de intentar avanzar en medio de esta incertidumbre, continuar progresando, buscar oportunidades para emprender nuevos proyectos, tantear posibles terrenos y desarrollar nuevas ideas, siempre con una actitud proactiva. En el mundo de las telecomunicaciones y las TIC, la microempresa siempre se ha caracterizado por una capacidad camaleónica de adaptación al medio y a la continua evolución del mercado en el que nos encontramos. Hemos evolucionado constantemente al ritmo que lo hacía la tecnología y que lo exigía la demanda, empleando todos los medios y recursos necesarios para mantener nuestra capacidad y seguir siendo competitivos en este sector tan cambiante con los años. Pero, ¿quién puede prever una situación de crisis tan extrema como la que nos arrastra en la actualidad? Nadie. Así pues, la supervivencia depende, sin duda, de nuestra capacidad de resistir y de intentar seguir progresando. Desde Feceminte un deseo: “que la crisis sea, al menos, algo menor de la que nos pronostican”. Feliz 2013!
Román Lantarón Cuesta www.feceminte.cat |