Sobre los rescoldos del incendio que arrasó el techo de la catedral parisina y derribó su famosa aguja, todavía no se ha erigido uno nuevo, pero si se está construyendo apresuradamente el debate sobre si pueden -o deben- ser utilizadas técnicas de construcción modernas, recurrir a imitar el pasado en el que se gestó el emblemático edificio, diseñarlo acorde con la arquitectura contemporánea, o bien intentar rehacer fidedignamente lo que las llamas han borrado.
Si, finalmente, se opta por esto último, la ayuda para llevar a cabo la tarea de diseño antes de meterse en harina (reconstructiva, se entiende) podría venir del sitio más inesperado: de un videojuego.
Assassin’s Creed: Unity es el octavo título de la exitosa serie de la productora gala Ubisoft, lanzado en 2014 y cuya acción se desarrolla en la Francia revolucionaria de finales del siglo XVIII. Uno de sus escenarios es, precisamente, la catedral de Notre Dame, la cual es recreada con una profusión de detalles fuera de lo usual.
Para conseguir una recreación lo más fidedigna posible, Ubisoft puso a trabajar a la artista Caroline Miousse, de su oficina de Montreal (Quebec), en el tema. Dos años después, y tras mapear cada palmo cuadrado del famoso edificio, Miousse podía presumir de una recreación perfecta, aunque eso sí, buscando ser la catedral que había durante la revolución, que no es exactamente la que disfrutábamos hasta justo antes del incendio.
No obstante, podemos decir sin temor a equivocarnos, que la de Ubisoft es la réplica más exacta de Notre Dame disponible.
Tal dato ha llevado a la revista Business Insider a considerar que la simulación en 3D de la catedral podría ser de utilidad para los trabajos de reconstrucción gracias a su elevado nivel de detalle.
No obstante, ni el mismo medio aclara en qué podría ser de utilidad exactamente, ni tampoco acierta a conseguir de Ubisoft una declaración al respecto, quedando en la incógnita si la productora se ha puesto en contacto con el gobierno francés, y si va a ofrecer formalmente sus datos para la tarea de reconstrucción.
Para recoger fondos para la futura reconstrucción, Ubisoft puso, entre el 17 y el 25 de este mismo mes de abril, las descargas de Assassin’s Creed: Unity gratuitas a través de su tienda virtual, sugiriendo a aquellos que se la descargaban, que hicieran un donativo para tal menester.
No quiero ser mal pensado, y entiendo que tanto este gesto, como si Ubisoft acaba cediendo todos los datos que tiene del templo al gobierno francés (entiendo que hasta ahora quedan en propiedad de la compañía y no han sido hechos públicos), son gestos desinteresados de una empresa francesa para con el patrimonio de su país y el sentimiento de su propia gente, pero lo cierto es que ambas cosas le han granjeado ya una excelente propaganda gratuita.