El amor en los tiempos del coronavirusEscrito por Dr. Joan Francesc Fondevila Gascón el 06/04/2020 a las 13:31:0719645
(Professor titular d'Universitat ) El estado de alarma y el confinamiento que está conllevando la pandemia del coronavirus es un reto de adaptación y amor, sobre todo mucho amor. Se trata de la mayor amenaza al planeta desde la Segunda Guerra Mundial, y debemos estar a la altura de las circunstancias.
A raíz de los casos de China y, sobre todo, de los italianos, intuí que la cuestión iría a mayores. Profesionalmente, adelanté, en las universidades donde imparto clases, exámenes y prácticas una semana, y por suerte di en el clavo, ya que el viernes 13 de marzo (sí, viernes 13, macabra casualidad) se decretó la virtualización académica. Como profesor e investigador, la situación no es extrema y se puede llevar, ya que las clases las virtualizamos (Zoom, Google Meet, Hongouts, WhatsApp, incluso tutorías por teléfono para los que sufren dificultades de conectividad), y una parte relevante de la jornada se dedica a correcciones de prácticas, Trabajos de Final de Grado, Trabajos de Final de Máster, tesis doctorales…
En mi caso, el ahorro de unas dos horas y media diarias de transporte (soy un sufridor de las injustas 3 zonas de Terrassa a Barcelona, y al tiempo en los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya añado el de metros y autobuses para ir de una universidad a otra, ya que doy clases en Blanquerna-Universitat Ramon Llull, Universitat Pompeu Fabra, Escola Universitària Mediterrani-Universitat de Girona, EAE Business School, Euncet-Universitat Politècnica de Catalunya, la virtual UOC y, periódicamente, Cesine, en Cantabria, amén de un Máster UPF-UAB-UB) me abre el cielo en forma de más tiempo para investigar y escribir artículos científicos indexados. Curiosamente, estos días me han sido propicios, con publicaciones en JCR y Scopus Q1.
Cuando me preguntan por los artículos científicos indexados, siempre respondo que son como la conquista de un título para los deportistas; cada publicación es positiva para el autor y la institución. Por ende, contra el coronavirus nos podemos “coronar” indexadamente.
Personalmente, siempre he sido muy hogareño. Como entre semana en general voy al límite (son habituales días en los que salgo de mi querida Terrassa -cómo añoro estas semanas los domingos en el Olímpic con mi Terrassa Futbol Club del alma- a las 6.30 de la mañana y regreso a las 22.30, jornadas que bautizo como “de 16 horas”), poder disfrutar de los míos combinándolo con el teletrabajo es una especie de bendición. Afortunadamente, mi mujer se dedica también a la enseñanza y, como mis hijos están en Bachillerato y ESO, la dinámica sostenible y conciliadora de trabajo y familia la estamos canalizando a las mil maravillas. Económicamente, de momento el impacto es nulo, porque el horario y el trabajo los desarrollamos igual, aunque más virtualizados.
Nuestro comportamiento personal y social mantiene sus directrices: siempre nos guía la llama de la sencillez (nuestro humilde coche va a cumplir 16 años), el compromiso medioambiental (reciclaje a tope), la solidaridad con familia y vecinos y el espíritu constructivo, honesto y ahorrativo. Ello concede una tranquilidad y una libertad que en coyunturas como esta se agradecen. ¿Que no se puede viajar o salir? Pues nos quedamos en casa, con toda naturalidad. Paciencia, solidaridad, generosidad, responsabilidad y optimismo son nuestras palabras clave estas semanas. Con austeridad y amor, la vida es más sencilla.
Además, agradezco enormemente el cariño de empresas y entidades ante al traslado de fechas de las XXV Jornadas del Cable y la Banda Ancha en Cataluña. Anunciamos que este curso habría una sorpresa… ¡y vaya sorpresa! Cuando se aclare el panorama, estableceremos unas fechas, y esperamos poder llevar a cabo la tan ilusionante edición 25 durante 2020 y, si no, cuando sea posible.
¿Qué estamos aprendiendo de la situación? Que casi todo es virtualizable; que la Sociedad de la Banda Ancha y el cloud journalism están en la cresta de la ola; que un estilo de vida moderado concede gran paz y libertad; que las inquietudes intelectuales y el placer de la escritura amenizan muchísimo las horas en casa; que hay que saber relativizarlo todo; y que la unidad y el amor en familia son un tesoro. ¡Un fuerte abrazo a todas y a todos!
Dr. Joan-Francesc Fondevila-Gascón Director del Centro de Estudios sobre el Cable (CECABLE) y profesor titular de Universidad Noticias Relacionadas:China abraza el blockchain para superar la crisis del COVID-19 La OMS crea un bot sobre el Covid-19 |